Todos nosotros somos llamados a vivir y proceder según el Espíritu Santo. Esto también es la vocación de la Iglesia, pues es la santidad. Tres elementos básicos de la santidad son: [1] Recibir la vida divina de Cristo y por Cristo (la gracia santificante) y luego perseverar y crecer en esta vida divina. Cristo nos comunica su vida divina por medio de los sacramentos. [2] La santidad es unión con Dios y separación de todo lo creado (lo mundano y profano). [3] La Cruz nos santifica, y sin la Cruz no hay santidad.