Ayer, domingo de Ramos, en dos atentados revindicados por Estado Islámico, murieron más de 42 cristianos. El primer atentado fue en Tanta, al norte de El Cairo, cuando un terrorista subió al altar y se inmoló, matando a unos 30 fieles. Poco después, en la catedral de San Marcos en Alejandría, otro suicida causó la muerte a al menos 12 personas. En Alejandría la masacre no fue mayor gracias a la actuación de tres guardias de seguridad en la catedral, que impidieron el paso al terrorista, por lo que se inmoló en la puerta.
El presidente de Egipto ha decretado tres días de luto y ha ordenado que las fuerzas armadas vigilen las iglesias. Este mismo mes de abril está previsto que el Papa Francisco viaje a Egipto; un portavoz del Vaticano ha dicho que el viaje sigue adelante y que los atentados no alterarán el programa del Papa.