«Hasta que Dios tenga barba yo seré feminista». Eso dice el provocativo y blasfemo slogan escrito con letras grandes que, en estos días aparece tranquilamente sobre la fachada de la Catedral de Santiago de Innsbruck, formando parte de una iniciativa de la artista austríaca Katarina Cibulka, llevada a cabo en colaboración y con el beneplácito del Obispo de la diócesis local, Monseñor Hermann Glettler.
Ese increíble anuncio, como está informado en el afiche descriptivo de la “obra” que se encuentra en la entrada de la Catedral -en el cual se lee «As long as. An art installation series from Katharina Cibulka»- forma parte de una serie de instalaciones, efectuadas en edificios públicos que están siendo reestructurados, titulada “Solange” (palabra alemana traducible como “Hasta cuando”), con las cuales Cibulka se propone elegir como blanco los principales símbolos institucionales de cuño “patriarcal”, cubriéndolos con una enorme tela blanca sobre la cual figura un gigantesco escrito color rosa incitando a la igualdad de género.
Antes que la Catedral de Innsbruck, Cibulka de hecho cubrió con frases análogas otros edificios públicos, entre los cuales la Academia de Bellas Artes de Viena, con un escrito que decía «mientras el mercado del arte sea un club para niños, seré una feminista», y un edificio de Innsbruck donde se leía: «Mientras la igualdad de género sea una obra en construcción, seré una feminista».
Al dar su consentimiento a que se cubriera la fachada de la Catedral de San José con las obras declaradamente feministas de Cibulka, el Obispo de Innsbruck Glettler no solo hizo suya la agenda de género promovida por la artista austriaca, sino algo aún más grave, como lo fue el permitir que se colocaran en los principales lugares de culto católico de la ciudad de Innsbruck, con frases evidentemente blasfemas que se burlan del segundo mandamiento que advierte «No tomar el nombre de Dios en vano».
La aparentemente inexplicable colaboración del dúo Cibulka-Glettler resulta no obstante clara leyendo en Internet la biografía del Obispo de Innsbruck en la cual está escrito: «En 1997 fue nombrado párroco de San Andrés de Graz. Su sacerdocio está muy influenciado por la misión. Además, se hizo famoso como artista».
En particular, Glettler, antes de ser nombrado Obispo de Innsbruck por el Papa Francisco el 27 de Septiembre de 2017, se había hecho conocer en el 2014 por sus “dotes artísticos” a través de una muy particular muestra de arte, titulada Wounded Light, que representaba una reinterpretación en clave moderna de la imagen del Sagrado Corazón de Jesús.
Aún antes, en el 2004, cuando todavía era párroco en Graz, Glettler había logrado salir en las primeras páginas de los diarios y de las principales revistas de arte por haberse hecho inmortalizar vistiendo una “casulla en PVC”, confeccionada por su amigo artista Manfred Erjautzo. Una “obra” que por su gran “valor artístico” terminó en la portada del catálogo de arte 2018 del museo benedictino de la Abadía austriaca de Admont (Fuente: https://www.stiftadmont.at/send/12-museumszeitung/56-museumszeitung-2018).
El “Dios afeitado” auspiciado por Cibulka evoca a otro paladín austríaco de los “derechos”, el cantante Thomas “Tom” Neuwirth, alias Conchita Wurst, conocido también como la “mujer barbuda”. En ambos casos, el objetivo común es el de destruir la natural dicotomía masculino/femenino para proclamar el triunfo de una esquizofrenia identidad fluida en continua y perenne evolución de acuerdo al loco diktat sexual contemporáneo.
L’articolo Blasfemia en la Catedral de Innsbruck con el beneplácito del Obispo Glettler proviene da Correspondencia romana | agencia de información.