[Secretum Meum Mihi] Ya Uds. saben que se presentó ayer el Instrumentum Laboris del Sínodo sobre la familia que se realizará en Octubre. A raíz de ello se ven muchos artículos, columnas y entrevistas que interpretan las intenciones del Sínodo, en partícular sobre una apertura respecto a los homosexuales y sobre conceder acceso a la sagrada comunión para los divorciados vueltos a casar. ¿Y si se le pregunta sobre esta última materia a una voz autorizada, digamos al Secretario Especial para el Sínodo, Mons. Bruno Forte?, ¿tendríamos una respuesta clara y contundente, un no a la comunión para los que se mantienen en estado habitual de pecado grave? Bueno, fíjense en la respuesta que obtuvo Paolo Rodari de Mons. Forte, la cual publica La Repubblica, Jun-24-2015, pág 11 (ver imágen).
¿Cree que en cualquier caso se pueda llegar a conceder la comunión a los divorciados vueltos a casar?
«Me parece que la pregunta puesta así arriesga de equivocar las intenciones del Sínodo: el deseo es que estas personas sean respetadas y acompañadas con el máximo cuidado y puedan ser integradas mediante una participación responsable y leal en la vida de la comunidad cristiana, sin obscurecer sin embargo el mensaje fundamental del valor de la institución familiar y de la plena comunión eclesial».
¡Magnífico escuchar un si cuando debe ser si, y un no cuando debe ser no, especialmenta de voces autorizadas!, ¿no les parece?
En ocasiones así es cuando recordamos a Sor Lucía de Fátima cuando hablaba de una “desorientación diabólica”.