~ Papa Francisco, en Brasil
Hasta el momento, el Papa del Diálogo ha cerrado las puertas de bronce de San Pedro para el que quiera dialogar sobre el tema del calentamiento global. (Aunque muchos católicos dicen que con este Papa todo lo demás se puede dialogar).
A pesar de sus interminables sermones sobre la necesidad de diálogo, el cambio climático está fuera de discusión. En palabras de su maestro de cambio climático, el obispo Sánchez Sorondo, el cambio climático se eleva al “magisterio,” mereciendo una exhortación apostólica y el apoyo del Papa al precioso acuerdo de los globalistas en París. Francisco se unió al coro globalista que afirma que “la ciencia es clara”. Su arquitecto para el calentamiento global, el obispo Sorondo regaña a los que dudan sobre el calentamiento global: “decir que dependemos del carbón y del petróleo es como decir que la tierra no es redonda. Es un absurdo, dictado por el deseo de hacer dinero.” Sorondo también repite la clásica y débil acusación globalista, que los negadores están financiados por la industria del petróleo.
Despierten, simplemente no hay diálogo con el Vaticano en los asuntos que no promueven los globalistas y burócratas de las Naciones Unidas.
En abril de 2015, el Instituto Heartland, un comité de expertos de libre mercado ubicado en Chicago que refuta las motivaciones políticas del calentamiento global por causas humanas, envió una delegación de expertos al Vaticano para intentar presentarle al Papa otra perspectiva científica sobre el cambio climático. Como miembro de la delegación, yo misma vi y descubrí que el Papa no tenía interés en dialogar sobre el calentamiento global provocado por el hombre. Francisco y su Vaticano no tenían tiempo para los expertos altamente calificados de Heartland, que incluían desde científicos de NASA que llevaron hombres a la luna a científicos del instituto MIT, climatólogos y expertos en climatología global.
No obstante, Francisco eligió no dialogar.
Después de todo, Francisco preferiría escuchar a un amateur de la política globalista, como el Secretario de la ONU, Ban Ki Moon. A pesar de su sermoneo sobre la importancia del diálogo, la mente del pontífice estaba decidida tras haber escuchado a promotores del control poblacional/calentamiento global, como el no científico Jeffrey Sachs, la no científica Naomi Klein y Hans “la población del mundo debiera ser de sólo mil millones” Schellnhuber, por nombrar solo algunos. Extrañamente, las puertas del diálogo del Vaticano solo se abrieron a los hippies del control poblacional.
Uno de los miembros de la delegación de Heartland, E. Calvin Beisner, fundador de la Cornwall Alliance for the Stewardship of Creation* también lanzó una Carta Abierta al Papa Francisco, respaldada por más de 100 científicos y teólogos. La carta exhortaba al Papa que los modelos de cambio climático “no ofrecen fundamentos racionales para predecir un peligroso calentamiento global inducido por el hombre, y por lo tanto no ofrecen fundamentos racionales para realizar esfuerzos por reducir el calentamiento restringiendo el uso de combustibles fósiles u otros medios.”
Sin embargo, nuevamente Francisco eligió no dialogar.
Unos meses después, apareció su dispersa encíclica ecologista, Laudato Si, llamando a los católicos a una nueva conversión medioambientalista y espiritualidad medioambientalista. La exhortación apostólica de 191 páginas incluía una mezcla colectiva de sentimentalismo nueva era contaminado con palabrerío anti-capitalista y falsas catástrofes predictivas al estilo Paul Ehrlich (LS#24). Francisco logró caer en el peor pozo teológico de la historia, haciendo en una encíclica papal un llamamiento a la reducción del uso de acondicionadores de aire. (LS#55) ¡Es de no creer!
Desde la delegación de Heartland de 2015, el Papa ha seguido su camino publicando Laudato Si, hablando en la ONU a favor de los objetivos de desarrollo sustentable de la ONU y el Acuerdo de París. Francisco y Barack Obama abrazaron el mismo árbol del calentamiento global y, para alegría del Papa, Obama firmó el Acuerdo de París.
¿Fin del debate sobre el cambio climático? Difícilmente….
Aparece en escena Donald Trump, quien no comparte la idea del Papa sobre el cambio climático, y anula las obligaciones de los EE.UU. con el Acuerdo de París.
El Papa no está conforme con que el hombre más poderoso del mundo no comparta esta nueva doctrina moral del calentamiento global provocado por el hombre. De hecho, Francisco parece realmente enfadado porque los planes que tramó con la elite del control poblacional de la ONU fueron obstaculizados por este presumido escéptico del calentamiento global, Donald Trump.
Francisco aumenta su retórica contra los escépticos del clima, con dudosa persuasión papal o propiedad. En su más reciente infame y moralmente desleal conferencia de prensa a 30,000 pies, el Papa sonaba como Paul Ehrlich, el refutado predicador de la explosión demográfica:
“Al Polo Norte podrías ir. Está muy, muy claro. Cuando llegó esta noticia de una universidad, no recuerdo de cuál, salió otra noticia que decía, ‘Solo tenemos tres años para ir para atrás, de lo contrario las consecuencias serán terribles.’ Yo no sé si lo de los tres años es cierto o no, pero si no volvemos para atrás, será el final, es verdad.”
Lamentablemente para el Papa, el Instituto Heartland es persistente y no teme defender la verdad, y todavía quiere dialogar con el Papa sobre la ciencia del calentamiento global. El nuevo presidente del Heartland Institute, Tim Huelskamp, antiguo congresista de Kansas, no huye de los asuntos controvertidos. Tim está acostumbrado a batallar por causas conservadoras en el congreso, por lo tanto no se toma a la ligera el mordaz ataque papal a los científicos que dudan que el hombre haya provocado el calentamiento global. Huelskamp, un católico fiel, respondió inmediatamente en Twitter a los comentarios papales:
@Pontifex no es caritativo, amable o veraz al sugerir que científicos como el Dr. Fred Singer son “estúpidos”.
Coincido con @Pontifex: debiéramos escuchar a los científicos, no a los fanáticos con intenciones ocultas, para descubrir la verdad acerca del #clima.
Por qué los científicos no están de acuerdo con el calentamiento global. El reporte de la NIPCC (Panel Internacional No Gubernamental sobre el Cambio Climático) sobre el consenso científico.
Querido Santo Padre: si usted está realmente interesado en el “diálogo” y el “respeto”, dialoguemos @pontifex #clima.
Francisco ya no saca provecho del cambio climático con Donald Trump en la Casa Blanca y Tim Huelskamp en el Heartland Institute. Sabiamente, Tim decidió desafiar el interminable alardeo del Papa sobre el “diálogo.” Con un pedido más poderoso y persuasivo al Papa, Huelskamp escribe a Francisco:
“Como hermano católico, es decepcionante escucharlo promover una vez más las afirmaciones infundadas de alarmistas del clima como Al Gore, y verlo poner el gran peso moral de su cargo detrás de una mala ciencia. Eso solo siembra confusión entre muchos de su rebaño que podrían encontrar moralmente difícil cuestionar al Santo Padre sobre cualquier asunto. Dado que esta es una cuestión de ciencia, no de fe y de moral, lo correcto es ofrecerle un cuestionamiento respetuoso.”
No esperen una respuesta. Francisco responderá al pedido de diálogo como hizo con la dubia, con absoluto silencio y desprecio.
Finalmente, en la conferencia de prensa en el avión, Francisco reflexionó sobre cómo la historia juzgará la ciencia del cambio climático:
Yo diría que cada uno tiene su propia responsabilidad moral, primero. Segundo, si uno está dudoso y piensa que esto no es verdad, que pregunte a los científicos. Ellos son clarísimos. No son opiniones al aire. Son clarísimos, y luego que decida, y la historia juzgará las decisiones.”
En esto Francisco tiene razón. La historia y Dios juzgarán sus decisiones. Mientras tanto, hágase un favor y aprenda de los verdaderos científicos la verdad sobre el cambio climático:
Elizabeth Yore
* Alianza Cornwall para la Administración de la Creación
Traducido por Marilina Manteiga. Fuente: https://remnantnewspaper.com/web/index.php/articles/item/3420-a-green-black-eye