7º Domingo después de Pentecostés
(Mt 7: 15-21)
“Cuando comiencen a suceder estas cosas, levantad la cabeza porque se aproxima vuestra redención”.
El Señor nos avisa en el evangelio de hoy de que en los últimos tiempos aparecerán falsos profetas, los cuales serán reconocidos por sus frutos. A pesar de ello, engañarán a muchos.
Frente a la profunda crisis que está sufriendo la Iglesia encontramos una actitud de indiferencia por parte de muchos cristianos; es más, incluso muchos niegan que haya un problema, eso se debe a que están ya embarcados por completo en la iniquidad.
¿Cómo podemos vivir sin tomar conciencia de que al final seremos juzgados? Todos los días, miles de católicos son devorados por la boca de los pozos que conducen al infierno.
El profeta Daniel habla claramente de las dos bestias. La segunda bestia, que algunos identifican con el falso profeta, aparecerá al final de los tiempos. Esa segunda bestia será el precursor del Anticristo. En Daniel 8 se nos dice: “Se le concedió un ejército contra el sacrificio cotidiano… arrojó por tierra la verdad, obteniendo gran éxito”. ¿Qué significado tendrá esto? Que cada uno lo interprete.
El poder de la bestia se le concedió a causa de los pecados de los mismos cristianos. Nos hemos dedicado a burlarnos de Dios, de sus leyes.. y el castigo de eso será la eliminación del sacrificio cotidiano.
En Daniel 11 se nos dice: “Sus tropas se impondrán y profanarán el santuario y la ciudadela”.
Estas profecías de Daniel fueron confirmadas por Jesucristo. ¿Cuándo sucederá? No lo sabemos; pero el mismo Jesús nos dio pistas para poderlo reconocer cuando suceda.
Apoc 13: 11-18: “Vi después otra bestia que surgía de la tierra… y hablaba como un dragón” (hablará de modo soez, tendrá apariencia normal pero proferirá herejías). “Realizará grandes prodigios, haciendo avanzar fuego del cielo a la tierra” (la llegada del fuego a la tierra aparecerá como un prodigio y no como un castigo)…
Y mientras tanto, el pueblo cristiano seguirá con sus desvaríos. Se pisotearán los valores cristianos, se hará burla de lo más sagrado, se mezclará lo más santo con lo más inicuo. Se creará una nueva iglesia que será diferente de la que fundó Cristo…
Y todo esto ya es una realidad. Dadas las burlas y la profanación que se está haciendo de lo sagrado, Dios intervendrá; y además, pronto.
Y quedará un resto fiel. “No temáis, mi pequeño rebaño, porque el Padre de los cielos se ha complacido en prepararos el reino”. Este resto fiel se preguntará: ¿Y qué podemos hacer ante todo esto? Ya el Señor nos lo dijo: “Cuando comiencen a suceder estas cosas, levantad la cabeza porque se aproxima vuestra redención”.