…Después de esto, el Señor me dio, y me sigue dando, una fe tan grande en LOS SACERDOTES QUE VIVEN SEGÚN LA NORMA DE LA SANTA IGLESIA ROMANA, por su ordenación, que, si me viese perseguido, quiero recurrir a ellos. Y si tuviese tanta sabiduría como la que tuvo Salomón, y me encontrase con algunos pobrecillos sacerdotes de este siglo, en las parroquias en la que habitan, no quiero predicar al margen de su voluntad. Y A ESTOS SACERDOTES Y A TODOS LOS OTROS, QUIERO TEMER, AMAR, Y HONRAR COMO A SEÑORES MÍOS. Y NO QUIERO ADVERTIR PECADO EN ELLOS, porque miro en ellos AL HIJO DE DIOS y son mis señores. Y lo hago por este motivo: PORQUE EN ESTE SIGLO NADA VEO CORPORALMENTE DEL MISMO ALTÍSIMO HIJO DE DIOS SI NO SU SANTÍSIMO CUERPO Y SANTÍSIMA SANGRE QUE ELLOS RECIBEN Y SÓLO ELLOS ADMINISTRAN A OTROS…
TOMADO DEL TESTAMENTO DE “SAN FRANCISCO DE ASÍS”
NOTA DE NICKY PÍO: Hace mucho tiempo hablando con un ya fallecido sacerdote franciscano, este me contaba: Que se sabía que San Francisco corregía al clero, pero lo hacía en privado, y de cuanto dijo de estas correcciones ni una sola palabra quedo escrito. Hasta aquí lo que mecontó este sacerdote.
Por este motivo quiero rezar por los sacerdotes y sus debilidades, antes que criticarlos. No tengo la autoridad moral para hacerlo. Y debemos aprender claramente algo muy importante, una cosa es criticar (sobre todo hablar mal del ausente) y otra corregir (en forma personal). Para corregir, debemos tener una gran caridad, que era claro en los santos. Pues ellos sobre todo deseaban la conversión del pecador y la salvación de su alma. POR QUE HAGA LO QUE HAGA, DIGA LO QUE DIGA, SI NO TENGO CARIDAD, DE NADA SIRVE. Ya saben ese pasaje de las sagradas escrituras…