«El camino de los mártires», así ha sido llamada por su imán Bubaker el-Hadj Amor la gran mezquita de Poitiers, en honor de los invasores musulmanes de And er-Rahman, que en el 732 d.C. fueron providencialmente detenidos en este lugar por los Francos conducidos por Carlos Martel, que bloquearon así el avance islámico en dirección al norte de Francia y liberaron la Aquitania y el Languedoc. El nombre dado a esta mezquita no es solo una bofetada a Occidente y a la Cristiandad, sino sobretodo una bofetada a la Historia y a aquellos que en la época murieron para evitar que Europa fuera conquistada por la media luna.
Para construir esta mezquita de 7 mil m², el imán admitió haber recibido el apoyo del alcalde socialista, que aceleró los plazos de los trámites y licencias, pero sobretodo los fondos extranjeros, provenientes del emirato del Qatar en concreto, a través de su “brazo caritativo y humanitario”, la organización Qatar Charity, acusada por los Estados Unidos, Israel y diversos países del Golfo Pérsico, de sustentar el terrorismo islámico en el mundo.
Si Carlomagno viera todo esto, que derrotó con sus propias manos a And er-Rahman, después de una terrible carnicería, y que cerró con la sangre de sus propios soldados el avance islámico en Europa, ¿como lo comentaría? ¿Qué diría?
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