«Las flores del camino son los placeres puros de la vida. No hay mal alguno en disfrutar de ellos. Pero Jesús está celoso de nuestras almas, y desea que para nosotros todos esos placeres estén mezclados de amarguras….y aunque las flores del camino conducen al Amado, son, sin embargo, un camino indirecto; son la placa o el espejo que refleja al sol, pero no son el Sol» (Santa Teresita del Niño Jesús)
«Qué importa nuestro gusto ni nuestro dolor, con tal de agradar y consolar al Señor!…Queramos solo darle consuelo, aunque cueste sangre del corazón» (Santa Maravillas de Jesús)