La primera aparición de la Virgen María, aprobada por la Iglesia, fue en Zaragoza al Apóstol Santiago (el 2 enero 40 AD). Nuestra Señora del Pilar le pidió construir una iglesia antes de que fuera martirizado en Jerusalén. En su obra celebra sobre la Virgen Madre de Dios, Sor María de Jesús de Agreda, escribe acerca como Jesús mismo ordeno este acontecimiento milagroso. Tratemos de nuevo las cinco marcas de devoción Mariana autentica. Nunca olvidemos que honrando a María honramos a Cristo, y amando a María amamos a Cristo. Imitar a María es la forma más perfecta de honrar y amarla.