Las blasfemas afirmaciones del Obispo de Trento contra Jesucristo

“El hábito no hace al monje” dice un antiguo adagio, que nunca como en esta época aparece actualísimo. He aquí que desde Trento conquista el primer plano mediático el enésimo payaso circense que, vistiendo una sotana, da su contribución a la obra de descomposición y de ridiculización de lo que ha quedado del catolicismo, reducido ya desde hace tiempo a un chiste, sin ninguna doctrina, sin ningún contenido, sin ninguna liturgia.

Y no se trata de cualquier cura de pueblo, sino del obispo (con “o” rigurosamente minúscula), que suelta a los jóvenes “su” teología: Jesús era un gran organizador de fiestas, sobre todo aquellas “borderline”, era llamado “glotón” y “borracho”, bailaba y cantaba, era un gran amigo de todos, sobre todo “de aquellos un poco fuera de las normas”, de los “chicos con piercing”. Jesus Christ Superstar, en resumen. ¿Y los padres? Bueno, cuando se es joven, nos explica el obispo, se les ve como personas con las que “no se está muy bien”, que “molestan como locos”; sin embargo, Jesús tenía un cierto “feeling” con el Padre y decía las cosas en la cara y no por la espalda, porque “ser falso es un asco”.

Y cosas por el estilo.

Es hermoso hacerse los sacerdotes “modernos” con los chicos de hoy. Nos viene a la memoria el obispo de Noto, monseñor Stagliano, el que canturreaba y comentaba todo serio las cancioncillas de Noemi y Mengoni durante sus homilías. ¿Sorprendidos? ¿Chocados? No, ahora este es, sobre todo, el catolicismo de hoy, “en el surco del giro del papa Francisco”, como escribe lleno de entusiasmo el periodista autor del artículo que presentamos seguidamente. Exacto. A esto se debería reducir la Iglesia de Roma, a esto se la ha reducido: una caravana circense inocua ya, que no puede oponer ninguna resistencia a las fuerzas de la Subversión, que se ríen de ella. Enhorabuena a todos.

(www.dolomiti.it) – «El obispo Tisi: “Jesús es amigo de los chicos con piercing, de la gente que tiene ganas de juerga y un poco loca”.

Un sermón fuera de lo ordinario el que el prelado pronunció con ocasión del encuentro de la Pastoral juvenil: “Jesús se rodeaba de gente borderline”.

La teología de la carcajada, la doctrina del piercing, la apología de los juerguistas. La ha predicado el obispo Lauro Tisi con ocasión del encuentro de la Pastoral juvenil que atrajo ayer al PalaTrento más de mil adolescentes. “Jesús reía, no es el hombre triste que os han descrito siempre, le gustaba la gente borderline, era un juerguista”.

Si el obispo Tisi quería acercarse a los jóvenes lo ha conseguido. (…) Palabras extrañas, tan extrañas que las debes escuchar por fuerza. Que sacuden y escandalizan, que descomponen la liturgia y leen lo sagrado con humanidad.

“Jesús no era en absoluto un hombre triste, lo han hecho triste los sacerdotes y los catequistas. Jesús era un juerguista, lo llamaban glotón y borracho, era uno que aprovechaba las fiestas para encontrarse con los demás. Pero os digo más -continuó el arzobispo dirigiéndose a los chicos curiosos- hacía fiestas borderline, con gente borderline.  Más aún que gente con pendiente y piercing: se rodeaba de personas que hoy un guardia de seguridad habría tirado fuera de verdad. Fiestas increíbles. Y también hoy es amigo de las personas un poco fuera de las normas, de los chicos con el piercing, de la gente que tiene ganas de juerga, de gritar y bailar. Porque también él bailaba, cantaba e iba de juerga”.

Ahora Tisi toca la relación padres-hijos, un tema que los adolescentes padecen y del cual a menudo huyen. “Jesús era así porque tenía feeling con su Padre, con Dios”. Pero hablar de padres es difícil: “Ahora este obispo nos saca también al Padre, precisamente en este momento que mi padre o mi madre molestan como locos” dice dirigiéndose a los chicos perdidos. Sabe cómo se funciona a esa edad: “sé que con el padre y la madre no se está muy bien y que se tiene ganas a menudo de irse a otra parte”.

Ahora el obispo ha conquistado a aquel millar de jóvenes. Habla de cuando dijo a una niña que Dios es como un papá. Y la niña respondió que entonces Dios era malo. El padre la había violado y el obispo no lo sabía. “Desde aquel día digo que Dios es un padre alternativo, distinto de mamá y papá”.

Después el obispo vuelve a hablar de la fiesta, de aquel momento en el que todos deben alegrarse: “no os convirtáis vosotros mismos en la fiesta, no la monopolicéis, es horrible: la fiesta es hermosa si se hace con los demás”.

“Y aprended a escuchar a los amigos. Jesús en esto era formidable. Cuando, por el contrario, encuentras a uno que sólo sabe hablar y hablar, uno se aburre. Es una cosa hermosa -explica Lauro Tisi-, una cosa que te hace estar bien, encontrar gente sincera, ser falso es un asco”. El obispo habla de las redes sociales: “entre Whatsapp y Facebook circulan chismes, después estás fastidiado: Jesús no hablaba nunca por la espalda, decía las cosas directamente a la cara”.

¿Qué decir? Un sermón así no se escucha a menudo. Ni siquiera de un sacerdote, imaginad de un obispo.

Hoy Tisi celebra la risa, la fiesta, el piercing y la “gente un poco fuera de las normas”. Y consigue hablar con los jóvenes llevando a la Iglesia trentina por el surco del giro del papa Francisco, dejando a sus espaldas la experiencia del obispo de antes, que, cuando intentó dirigirse a los jóvenes, supo solamente ponerlos en guardia diciéndoles que si usan perfumes de mujer fácil, es fácil que se conviertan en gays”.

(Traducido por Marianus el Eremita)

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Mateo 5,37: "Que vuestro modo de hablar sea sí sí no no, porque todo lo demás viene del maligno". Artículos del quincenal italiano sí sí no no, publicación pionera antimodernista italiana muy conocida en círculos vaticanos. Por política editorial no se permiten comentarios y los artículos van bajo pseudónimo: "No mires quién lo dice, sino atiende a lo que dice" (Kempis, imitación de Cristo)

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