Extraída de la entrevista concedida por
Francisco a los reporteros, durante su viaje de regreso a Roma, procedente de
Panamá:
Lena Klimkeit, DPA: Santo Padre, durante el rezo de las Estaciones de la Cruz, un joven utilizó palabras muy duras acerca del aborto. Deseo repetirlas en este momento: «Existe una tumba que clama al cielo y denuncia la terrible crueldad de la humanidad. Es la tumba que se abre en el vientre de las madres del cual se arranca vida inocente. Quiera Dios concedernos la gracia de que verdaderamente nos humanicemos para defender la vida fervientemente, para hacer que las leyes que matan la vida que no se siente, sean borradas para siempre». En mi opinión, se trata de una posición muy radical. Me pregunto, y quisiera me diera su opinión, sobre si esta postura respeta también el sufrimiento de las mujeres que se encuentran en esta situación, y si tal postura se corresponde con su mensaje de misericordia.
Papa Francisco: El mensaje de la misericordia es para todo el mundo. Incluso también para la persona humana que está en gestación. Es para todos. Después de este fracaso, también está presente la misericordia. Pero se trata de una misericordia difícil, porque el problema no radica en otorgar el perdón. El problema que se suscita es acompañar a la mujer que se da cuenta de haber cometido un aborto.
Estas son tragedias terribles. Una vez oí a un doctor hablar de una teoría que sostiene que una célula del feto del recién nacido se instala en la médula de la madre generando también una memoria física. Se trata de una teoría; pero decir que una mujer cuando piensa acerca de lo que hizo….. Pero le digo la verdad, usted tiene que estar en el confesionario y debe reconfortarla; no puede decir nada. Es por ese motivo que he abierto la facultad de dar la absolución, en caso de aborto, en razón de la misericordia, debido a que, muchas veces, siempre, ellas tienen que encontrarse con sus hijos. En repetidas ocasiones, cuando llaman, y tienen esta angustia, les digo: «Tu hijo está en el cielo; háblale. Cántale la canción de cuna que nunca le cantaste… que no has podido cantarle». Y existe un modo para que la madre se reconcilie con su hijo. Con Dios ya el perdón está concedido. Dios siempre perdona. Y la misericordia también, puedes pensar en esto. La tragedia del aborto, para poder comprenderla bien, uno debe estar tras un confesionario. Terrible.
Espere, aún hay más. Una forma de «prevenir» el aborto, sostiene el mundo secular, es proveyendo «educación sexual» en las escuelas… ¿Qué piensa el Obispo de Roma acerca de esto?
Considero que en las escuelas debemos dar educación sexual. El sexo es un don de Dios; no es un monstruo; es un don de Dios para amar. Que algunos lo utilicen para obtener dinero o explotar es otro problema… Pero necesitamos ofrecer una educación sexual objetiva, es decir, sin una colonización ideológica. Si usted comienza a dar una educación sexual llena de colonización ideológica, usted destruye a la persona. Pero el sexo como don que procede de Dios se debe enseñar. Educar es educar, es hacer que lo mejor de las personas emerja y las acompañe a lo largo del camino… Desconozco si es o no objetivo, que ustedes no tengan educación sexual en Panamá. Digo esto sin por ello situarme en el problema político de Panamá. Necesitamos tener educación sexual para niños. Lo ideal es comenzar en casa, con los padres. Eso no siempre es posible porque existen muchas situaciones diferentes en las familias, y porque ellas no saben cómo hacerlo. Y entonces, las escuelas lo hacen por ellas; de otro modo existiría un vacío que será, entonces, llenado por cualquier ideología.
Muy bien. Entonces….
[Fuente]
(Traducido por Maria Calvani/Adelante la Fe)
https://rorate-caeli.blogspot.com/2019/01/francis-pearls-of-wisdom-abortion-your.html