De los obreros de la viña de Cristo

Para el Lunes de la Septuagésima

PUNTO PRIMERO. Considera cómo el padre de familia que salió al amanecer a coger obreros para su viña es Dios, que llama a todas horas a los hombres a su servicio y que ninguno viene a la viña, sino es llamado por él, y si tú te hayas en ella, dale muchas gracias por la merced que te ha hecho sin haberla merecido, habiendo dejado a otros muchos los cuales si los hubiera llamado, le hubieran servido mucho más que tú. Considera a cuántos ha dejado fuera de esta viña de su iglesia la ceguedad de la idolatría y herejía y de otras sectas que los engañan y despeñan en lo profundo del infierno, pide a los ángeles que le alaben por esta merced incomparable que te ha hecho, y dale tú con ellos millares de loores cada día, y pídele gracia para serle agradecido y servirle por tan grande beneficio.

PUNTO II. Considera que tú eres uno de los obreros a quien Dios nuestro Señor ha llamado para labrar su viña, y mira que te llamó para trabajar y no holgar, acuérdate que el padre de familia reprendió a los que estaban ociosos; porque siente Dios mucho que lo estén en su servicio los que llamó para él: huye de este vicio como de enemigo capital tuyo y anímate a trabajar con aliento en la viña del Señor, acordándote de las mercedes que te ha hecho y del premio que te tiene preparado por los servicios que le hicieres.

PUNTO III. Considera cómo prefirió en la paga a los que vinieron los últimos y no trabajaron más que una hora en su viña, pero con tal fervor que merecieron ser preferidos a los primeros que tra­bajaron flojamente todo el día, porque en la casa de Dios no se atiende al tiempo sino a las obras, y si tú hace muchos años que estás en ella, mira con medida lo que has obrado en su servicio; y si otros en una hora han aprovechado más que tú en toda tu vida al tiempo de la paga serán preferidos y les dará el Señor mayor y mejor premio que a ti, y si hace poco que viniste a su servicio esfuérzate a trabajar que en una hora podrás mere­cer tanto como los que hace mucho tiempo que sirven.

PUNTO IV. Considera la sentencia con que re­mata Cristo: Muchos son los llamados, y pocos los escogidos; la cual entiende san Crisóstomo de los llamados a la fe y escogidos para el cielo, porque aun de los cristianos son muchos los que se condenan y pocos los que se salvan ¡Oh alma mía y cuánto tienes que meditar en esta palabra! ¡Oh si con la luz del cielo contemplases qué cosa es condenarse para siempre, y qué es salvarse y entrar en el reino de la gloria con la consideración al infierno y mira lo que allí pasa y la triste suer­te irrevocable de los condenados, y luego sigue con la misma consideración al cielo y contempla la gloria de los bienaventurados, coteja la una con la otra, y hallarás mayor distancia que hay del cielo a la tierra, y que es cosa tan triste y desdichada, que si uno solo se hubiera de condenar en el mundo tendríamos todos que temblar de que nos ca­yese tal suerte; pues ¿cuánto más debemos temblar oyendo de boca del Salvador que son muchos los que se condenan y pocos los que se salvan? Da un paso más adelante y considera que forzosamente has de ser de los unos o los otros sin que haya medio ni modo para eximirse de este número, para en este pensamiento y vuélvete a Dios en íntima contrición de tu alma y dile: pequé Señor contra vos y me pesa en el alma de haberos ofendido por ser vos quien sois, y os suplico que me tengáis de vuestra mano, me deis vuestra gracia para que empiece desde hoy a serviros, y sea de los pocos y uno de los escogidos.

Padre Alonso de Andrade, S.J

Artículo anterior
Artículo siguiente
Meditación
Meditación
Meditaciones diarias de los misterios de nuestra Santa Fe y de la vida de Cristo Nuestro Señor y de los Santos.

Del mismo autor

De la lepra del alma y su remedio

Para el martes de la decimotercera semana PUNTO PRIMERO. Considera que, como...

Últimos Artículos

Mons. Schneider: Cuando Dios permite que atravesemos pruebas, siempre nos da frutos espirituales

Si la Divina Providencia permite que padezcamos tribulaciones en...

Se estrena en cines El Apocalipsis de San Juan. No dejen de verla

Estimados lectores de Adelante la Fe, Tenemos el honor de...

El papa Francisco, el Sínodo y el Sagrado Corazón

El sínodo que se clausuró el pasado día 27...