¡Cuando pienso que cada momento podía crecer este amor y que luego será ya eternamente el mismo!!!
¿Serán demasiado atrevidos esos deseos que yo no puedo remediar?; porque el palpar mi miseria no me quita el envidiar a los santos su amor, y en esto no quisiera ser menos que ellos…
Qué dulce es pensar que, mientras estemos en camino el amor puede crecer. En este camino hacia Dios podemos acercarnos cada vez más. Cada vez podemos amar más a Dios hasta que llegue el momento de la posesión. Entonces….aprovechemos este dulcísimo poder que con tan infinito amor nos ha dado Dios, para llegar a amarle como Él desea.