Día litúrgico: Jueves I de Adviento
Texto del Evangelio (Mt 7,21.24-27): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «No todo el que me diga: ‘Señor, Señor’, entrará en el Reino de los cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial. Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca. Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena: cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina».
PALABRA DE DIOS
Palabra de Dios….si….y ¿como es posible que muchos sigan afirmando temerariamente la salvación absoluta de todos por la fe sin obras o incluso sin fe y sin obras?….; Jesucristo advierte de la gran «ruina» (la condenación eterna) para los que no traten de hacer VIDA la FE que dicen profesar. Es un aviso de amor para todos nosotros: la salvación es un regalo gratuito de Dios, pero NO es un regalo impuesto. La salvación precisa de nuestra libre acogida cuando nos decidimos a caminar por la vía de la VERDAD que es CRISTO. Tener Fe y despreciar todo esfuerzo moral es el camino de la perdición, y no porque Dios nos condene sino porque somos nosotros los que nos apartamos de Él.
Si, como enseña San Josemaría en «Camino»:
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Hay infierno. —Una afirmación que, para ti, tiene visos de perogrullada. —Te la voy a repetir: ¡hay infierno!
Hazme tú eco, oportunamente, al oído de aquel compañero… y de aquel otro. |