COMENTARIO DEL BLOG: Gabriel Fernández, unos de los integrantes del equipo Estudio Betania que dirigen el programa radial “LA HORA DE LA VERDAD”. Concurrió la semana pasada a los Retiros espirituales realizados en la “Casa Padre Pio de Pietrelcina” de la FSSPX. La Reja, Buenos Aires. Desde el 11 al 16 de enero (fechas asignadas para hombres).
Los encargados de los ejercicios fueron los padres Edgardo Albamonte y Juan Albisu.
Gabriel me ha hecho llegar por correo una de sus experiencias, (con pedido de publicación) que consiste en una meditación. Nuestro Señor habrá tocado muy profundamente su corazón, (muy común en estos retiros) y quiere que compartamos con él su experiencia.
***
Correo:
Estimado Nicky. Quiero compartir contigo y a la vez con los lectores (que la providencia quiera) una de las tantas experiencias que he tenido en el retiro espiritual al que he asistido la semana pasada, a saber:
“Meditación relativa a lo previo a la Resurrección de NSJ”
Luego de la instrucción (conferencia o clase) recibida por parte del Pater Juan, continúo mis actividades con 20 minutos de meditación en mi celda, un pequeño cuarto de 2 x 3 mts, Oración preparatoria, rodillas al suelo, luz tenue, ojos cerrados, silencio y comenzar a ver…
Como dice el Credo, “…descendió a los infiernos…” Infierno es una palabra o noción poco utilizada últimamente, que hasta la misma iglesia ha dejado de mencionarla (seguramente Satanás ha convencido a muchos de que él no existe y por lo tanto…). Infierno o ínferos no es un lugar exclusivo a Satanás, sus demonios y los condenados, sino, más bien, ínferos es la ausencia de Dios ya sea en el infierno, el purgatorio, el limbo de los justos, seno de Abraham, etc. (las diferencias son, en cada uno de ellos, que las almas experimentan sus circunstancias per sé, que pueden ser temporales o un muy penoso y maldito presente eterno).
NSJ, se dirige al Limbo de los justos, pero antes, me detengo en los detalles de con quiénes se ha encontrado y sus expectativas.
El primero en entrar fue Abel, muerto por Caín su hermano (hijos de Adán y Eva); sólo, aburrido, con la esperanza de que algún día sería rescatado por el redentor prometido por el Creador según sabía por tradición oral transmitida por nuestros primeros padres; luego siguen llegando justos y cerca de los 900 años, llegan ellos, los que comenzaron nuestra historia, la pequeña familia se reencuentra y ¿Quién sabe de las cosas que habrán hablado en torno al Creador y de aquél que algún día vendría?, siguen llegando justos:Abraham, David, Moisés y tantos otros (entre ellos, los inocentes), hasta que por fin, llega alguien que les trae novedades (cada vez que alguien entraba, la multitud se reunía en rededor a preguntar) en esta oportunidad era San José quien les comenta: Yo fui su padre adoptivo, lo vi nacer, lo protegí, lo crié, es un ser adorable, hace poco se nos perdió por tres días y lo encontramos discutiendo con los sabios, tiene 14 años de edad, morí en sus brazos…
Un día llega Juan (el bautista), el mismo ritual acostumbrado, la muchedumbre presta a escuchar las buenas nuevas: Él, es mi primo, tiene 30 años de edad, lo bauticé en el Jordán, yo mismo vi descender al Espíritu Santo sobre Él, en forma de paloma y mientras decíales a los demás: “Ecce Agnus Dei, ecce qui tollis peccáta mundi” (He aquí el Cordero de Dios: he aquí el que quita los pecados del mundo); luego, pero por muy corto tiempo ingresan y vuelven a salir una niña y Lázaro (su amigo), ambos resucitados; finalmente el ultimo justo en llegar fue el buen ladrón diciendo, he muerto a su lado, me ha perdonado, ya está llegando, y, en eso, llegó. Aleluya.
Llegado Jesús, la alegre multitud se agolpa, la alegría es infinitamente inimaginable y seguramente por siempre jamás, comparado a lo que debe sentirse en la Gloria. NS respondió a cada una de las preguntas; una criatura (uno de los inocentes) le preguntaba por las marcas y llagas en su cuerpo y Él, mientras lo alzaba en brazos, (todos sintieron en sus almas, eso que podría entenderse como en un juego de palabras), como ser, haz muerto por mi causa y he muerto por ti, y respondió, son los trofeos de guerra de todo vencedor.
Entretanto, en un lugar o rincón alejado de la multitud, Adán y Eva se encontraban muy avergonzados ante semejante visita, vergüenza que se fue disipando a medida que NSJ se les acercaba, vergüenza cuyo aniquilamiento se produjo al instante de cuán grande y filial abrazo entre los tres…
Sin más, Jesús los guía al Cielo, cual cortejo de santos, mientras se vislumbra un trono rodeado de ángeles (la Corte Celestial) les da la bienvenida…
“…y al tercer día resucitó…”, Pero esa, es otra meditación.
Ave María purísima…
Saludos a todos en NSJ. Gabriel Fernández.