PENSAMIENTOS DE SANTA TERESITA (12)

         Mis pobres oraciones no valen, ciertamente, gran cosa; espero, sin embargo, que Dios las escuche, y que en vez de mirar a quien se las dirige, pose su mirada sobre quienes son objeto de las mismas.

Padre Santiago González
Padre Santiago González
Sacerdote de la archidiócesis de Sevilla ordenado en el año 2011

Del mismo autor

EL PAPA FRANCISCO Y EL SILENCIO DE DIOS

Viernes, 20 de diciembre de 2013 Homilía de la Misa en Santa...

Últimos Artículos

Hijo de David

I. El Evangelio del Domingo XVII después de Pentecostés...

El Sínodo sobre la Sinodalidad: una caja de Pandora de consecuencias imprevisibles

Ignoramos si los diez años transcurridos entre comienzos de...

Avisos de Dios a la Europa infiel

Las dos grandes catástrofes que en han azotado en...