
Estanislao nació en Polonia el año 1550 de una familia aristocrática. Su padrino, el día de su bautizo, lo consagró a la Virgen María para que fuera baluarte de su Patria ante los enemigos de la fe cristiana.
Recibió una buena educación católica y la asumió desde muy niño por su comportamiento devoto y fraterno, muy a diferencia de su hermano Pablo que siguió un modo de vida mundano.
Fue enviado a formarse en un colegio jesuita de Viena, y en aquel lugar seguía destacando por su humildad y caridad para con todos, alejándose de toda tentación mundana o superficial. A los 17 años de edad ingresa como novicio en la Compañía de Jesús y muere un año después de enfermedad. Cuando le preguntan porqué ama tanto a la Virgen María, responde sencillamente «porque es mi Madre».
Su amor a Jesús sacramentado era tan ardiente que cada vez que entraba en la Iglesia su rostro se le volvía resplandeciente. Y cada vez que comulgaba entraba con frecuencia en éxtasis.
Su teología era la mejor de todas: amaba a Dios, a la Virgen, a la Iglesia y al prójimo, con un afecto donde no cabía desorden ni egoísmo alguno. No intentaba entender a Dios, sólo lo amaba.
En su canonización es proclamado patrono de los novicios y de todos los aspirantes al sacerdocio.
San Estanislao de Kostka, intercede por nosotros para que amemos más y analicemos menos