Una serie especial de cuatro sermones sobre el Corazón Inmaculado de María
“Por que donde está vuestra tesoro, ahí también estará vuestro corazón.” Estas palabras de nuestro Señor nos dirigen a meditar en el Corazón Inmaculado de María. El tesoro de María es Jesús, y siempre su Corazón está con Él. Según Santo Tomas de Aquino, al honrar el Corazón de María, honramos a la Santísima Virgen misma. En particular, honramos a su amor (su amor a Dios, a su Hijo, y a todos los hombres redimidos por la Sangre Preciosa de su Hijo), y honramos al contenido de su corazón, es decir su vida interior.