Isabel de la Trinidad nació en Francia el año 1880. A los 13 años de edad se entregó a Cristo como esposa, y desde muy niña tenía una profunda vida de piedad. Estudió piano y obtuvo muchos premios, y en su ambiente tuvo muchos pretendientes aunque ella en su corazón sólo quería tener a Cristo como esposo. A los 21 años de edad tomó los hábitos en el Carmelo y poco después fue presa de una enfermedad muy dura que la llevó a la muerte en 1906. De ese modo se cumplió su deseo: «Jesús, mi alma te busca, quiero ser siempre tu esposa. Contigo quiero sufrir, y para encontrarte quiero morir»
El Papa Juan Pablo II la beatificó en 1984. En su proceso de canonización encontramos unos de sus escritos de cuando aún no era consagrada, y decía así:
«Mientras bailaba como las demás y tocaba piano, mi corazón estaba entero en el Carmelo que me llamaba»
He aquí algunos de sus pensamientos:
Anhelo llegar al cielo, no sólo pura como ángel sino transformada en Jesucristo Crucificado
Morir a mi misma en cada instante, para vivir plenamente en Cristo
Oh Dios mío, apacigua mis sentidos exteriores
He encontrado el cielo en la tierra, porque el cielo es Dios y Dios está en mi alma
Beata Isabel de la Trinidad, alma enamoradísima de Cristo, intercede por nosotros