Estoy impresionada viendo lo poco que somos, que en un momento se acaba esta vida. Claro que la vida eterna, la verdadera, nunca se acabará. Entonces hay que aprovechar este corto espacio de tiempo (que es la vida presente) para crecer en el amor de quien tanto nos ama, y así amarle para siempre, siempre, siempre…cuanto quepa en el humano corazón. Qué pequeño parece y qué pequeño es todo en esta vida!!!
Lo único que importa es dejar que se cumpla en nosotros la adorabilísima voluntad de Dios.