[restacatadores] No lo hemos visto venir. Son las 9 de la mañana de un sábado. Hemos llegado 4 rescatadores al abortorio Isadora. Cuando estábamos saludandonos a unos 20 m de la puerta del abortorio, de repente un trabajador sanitario parece que sale de la puerta trasera del abortorio con unos folletos: “estos son los que les tenéis que dar a las chicas“. Un rescatador le dice, no nos interesa y se da la vuelta. De repente empieza a darle patadas en todos lados, el rescatador se echa hacia atrás mareado. Otro rescatador que es médico se pone delante, pero uno de los puñetazos del abortista le hace caer al suelo y se golpea contra la piedra del bordillo de la acera. El abortista la emprende contra una rescatadora, la mira con odio y entra en el abortorio. El rescatador que se ha golpeado en la cabeza esta en el suelo. No puede seguir en rescates. El personal del abortorio sale a ver: “aquí no ha pasado nada” deben de pensar, porque tranquilamente siguen en su tarea de hacer abortos.
Ya el verano pasado arrojaron sangre, placenta y pedruscos contra dos chicos cuando hacían rescates en el mismo abortorio. José Antonio, Pilar, Alvaro y Felipe.