Los músicos, pastores, profesores, académicos y amantes de la música sagrada que firmamos más abajo presentamos humildemente a la comunidad católica de todo el mundo esta declaración, en la que expresamos nuestro gran amor por el tesoro de música sagrada de la Iglesia y nuestra profunda preocupación por su lamentable estado actual.
Introducción
Cantate Domino canticum novum, cantate Domino omnis terra (Salmo 96): este canto a la gloria de Dios ha resonado en la Cristiandad a lo largo de toda su historia, desde los primeros días hasta hoy. Tanto la Sagrada Escritura como la Sagrada Tradición dan pruebas de un gran amor por la belleza y poder que tiene la música en la adoración de Dios Omnipotente. El tesoro de la música sagrada ha sido siempre objeto de veneración por los santos, los teólogos, los Papas y los laicos de la Iglesia Católica.
Este amor por la música y el cultivo de ella queda demostrado, en todas las épocas de la literatura cristiana, por los muchos documentos que los Papas han dedicado a la música sagrada, comenzando con Docta Sanctorum Patrum de Juan XXII (1324) y Annus Qui de Benedicto XIV (1749), siguiendo con el Motu Proprio Tra le Sollicitudini de San Pío X (1903), con Musicae Sacrae Disciplina de Pío XII (1955), con el Quirógrafo sobre la Música Sagrada de San Juan Pablo II (2003), etcétera. Esta gran cantidad de documentación nos impele a considerar con la máxima seriedad la importancia y el papel de la música en la liturgia. Esta importancia dice relación con la profunda conexión entre la liturgia y su música, conexión que es doble: una buena liturgia proporciona la ocasión para una música espléndida, pero una música litúrgica de baja calidad la afecta enormemente. Y no puede olvidarse aquí la importancia ecuménica de la música, puesto que, como sabemos, otras tradiciones cristianas –como la anglicana, la luterana y la ortodoxa oriental- tienen en gran estima la importancia y dignidad de la música sagrada, como lo demuestra el celo con que protegen sus tesoros.
Hemos reflexionado sobre una importante fecha, el quincuagésimo aniversario de la promulgación de la Instrucción sobre la Música en la Liturgia, Musicam Sacram, el 5 de marzo de 1967, durante el pontificado del Beato Pablo VI. Releyendo hoy dicho documento, no podemos menos que pensar en la via dolorosa de la música sagrada en las décadas que siguieron a Sacrosanctum Concilium. En realidad, lo que ocurrió en algunos sectores de la Iglesia de aquel tiempo (1967) no estuvo siempre de acuerdo ni con Sacrosanctum Concilium ni con Musicam Sacram: en efecto, se forzó una implementación, en ocasiones sin vigilancia por parte del clero o de la jerarquía eclesiástica, de ciertas ideas que no estuvieron jamás presentes en los documentos del Concilio. En algunos países, el tesoro de la música sagrada, cuya preservación el Concilio había pedido, no sólo careció de protección sino que incluso se lo impugnó. Lo cual fue derechamente contrario al Concilio, que había establecido con toda claridad:
“La tradición musical de la Iglesia universal constituye un tesoro de valor inestimable, que sobresale entre las demás expresiones artísticas, principalmente porque el canto sagrado, unido a las palabras, constituye una parte necesaria o integral de la Liturgia solemne. En efecto, el canto sagrado ha sido ensalzado tanto por la Sagrada Escritura, como por los Santos Padres y los Romanos Pontífices, los cuales, en los últimos tiempos, empezando por San Pío X, han expuesto con mayor precisión la función ministerial de la música sacra en el servicio divino. La música sacra, por consiguiente, será tanto más santa cuanto más íntimamente esté unida a la acción litúrgica, ya sea expresando con mayor delicadeza la oración o fomentando la unanimidad, ya sea enriqueciendo la mayor solemnidad los ritos sagrados. Además, la Iglesia aprueba y admite en el culto divino todas las formas de arte auténtico que estén adornadas de las debidas cualidades” (SC 112).
La situación actual
A la luz del pensamiento de la Iglesia, tan frecuentemente expresado, no podemos sino preocuparnos por la situación actual de la música sagrada, que es prácticamente desesperada, constituyendo los abusos en el campo de la música sagrada casi más la norma que la excepción. Queremos resumir aquí algunos de los elementos que contribuyen a la deplorable situación actual de la música sagrada y de la liturgia.
1. Se ha perdido la comprensión de la “forma musical de la liturgia”, es decir, del hecho de que la música es una parte inherente de la esencia misma de la liturgia como culto público, formal y solemne de Dios. No debemos solamente cantar en la Misa, sino que debemos cantar la Misa. Por lo tanto, como nos lo recuerda Musicam Sacram, las partes correspondientes al sacerdote debieran cantarse según los tonos contenidos en el Misal, con la debida respuesta de los fieles; debiera alentarse el canto del Ordinario de la Misa en gregoriano, o una música inspirada en él; y también los Propios de la Misa debieran recibir el lugar de honor que corresponde a su importancia histórica, a su función litúrgica y a su profundidad teológica. Similares consideraciones se aplican al canto del Oficio Divino. Rehusar cantar la liturgia; usar “música utilitaria” en vez de música sagrada; rehusar educarse a sí mismos o a los demás en la tradición y deseos de la Iglesia, y poner poco o ningún esfuerzo o medios en la preparación de un programa de música sagrada, constituyen una clara muestra del vicio de “pereza litúrgica”.
2. Esta pérdida de comprensión litúrgica y teológica va de la mano con la adhesión al secularismo. El secularismo de los estilos musicales populares ha contribuído a la desacralización de la liturgia, mientras que el secularismo de tanto comercio orientado al lucro ha impuesto con mayor rigor a las parroquias unas mediocres colecciones de música. Se ha alentado en la liturgia un antropocentrismo que socava su naturaleza misma. Actualmente, en vastos sectores de la Iglesia se da una incorrecta relación con la cultura, la cual puede ser concebida como una “red de conexiones”: en efecto, la situación real de nuestra música litúrgica (y de la liturgia misma, ya que ambas están vinculadas), constituye una ruptura de esta red de conexiones con nuestro pasado y hemos procurado conectarnos con un futuro que, sin su pasado, carece de significado. Hoy la Iglesia no está usando activamente sus riquezas culturales para evangelizar, sino que en gran parte está siendo ella misma usada por la cultura secular predominante, que nació en oposición al cristianismo, y que desestabiliza el sentido de adoración que está en el corazón de la fe cristiana.
En su homilía para la fiesta de Corpus Christi de 4 de junio de 2015, el papa Francisco ha hablado “del asombro de la Iglesia ante la realidad [de la Sagrada Eucaristía]… Un asombro que alimenta la contemplación, la adoración y la memoria”. ¿Dónde está este sentido de contemplación, de adoración y de asombro ante el misterio de la Eucaristía en tantas de nuestras iglesias a través del mundo? El se ha perdido porque estamos viviendo en una especie de Alzheimer espiritual, una enfermedad que nos está despojando de nuestra memoria espiritual, teológica, artística, musical y cultural. Se ha dicho que necesitamos incorporar a la liturgia la cultura de cada pueblo. Lo cual es verdad si se lo entiende correctamente, pero no si se lo entiende en el sentido de que la liturgia (y la música) ha de convertirse en el lugar donde tenemos que exaltar una cultura secular. Por el contrario, la liturgia es el lugar donde la cultura, toda cultura, es elevada a otro nivel y purificada.
3. Hay grupos en la Iglesia que presionan por una “renovación” que no refleja la enseñanza de la Iglesia sino que está al servicio de sus propios propósitos, visiones de mundo e intereses. Estos grupos cuentan con miembros colocados en posiciones claves de poder desde los que ponen en ejecución sus planes, su idea de cultura, su estilo de enfrentar los problemas contemporáneos. Hay poderosos lobbies, en algunos países, que han contribuído a reemplazar, de facto, los repertorios litúrgicos fieles a las directivas del Vaticano II con repertorios de mala calidad. De este modo, acabamos teniendo repertorios de nueva música litúrgica de estándares muy bajos, tanto en lo relativo al texto como a la música. Se llega a comprender que esto sea así cuando reflexionamos que no hay nada de valor perdurable que surja de una falta de conocimientos o de competencia, especialmente cuando se descuida los sabios preceptos de la tradición de la Iglesia:
“En este aspecto el canto gregoriano ha sido siempre considerado como el supremo modelo de música sagrada, por lo que es plenamente legítimo establecer la siguiente ley general: cuanto más se acerque a la forma gregoriana una composición escrita para la Iglesia, tanto en su aire, en su inspiración y en su sabor, tanto más sagrada y litúrgica será, y será tanto menos digna del templo cuanto más diste de este supremo modelo” (S. Pío X, Motu Proprio Tra le Sollecitudini).
Hoy este supremo modelo es descartado, cuando no despreciado. Todo el Magisterio de la Iglesia nos ha recordado la importancia de adherir a este importante modelo, no como un modo de limitar la creatividad, sino como un fundamento sobre el cual puede florecer la inspiración. Si deseamos que los hombres busquen a Jesús, necesitamos preparar la casa con lo mejor que la Iglesia puede ofrecer. No invitamos a los hombres a nuestra casa, la Iglesia, para ofrecerles un subproducto de la música o del arte, puesto que se puede encontrar música de estilo pop mucho mejor fuera de la Iglesia. La liturgia es un limen, un umbral que nos permite dejar atrás nuestra existencia diaria y entrar en el culto de los ángeles: Et ideo cum Angelis et Archangelis, cum Thronis et Dominationibus, cumque omni militia caelestis excercitus, hymnum gloriae tuae canimos, sine fine dicentes…
4. Este desprecio del canto gregoriano y del repertorio tradicional es signo de un problema mucho mayor, el desprecio de la Tradición. Sacrosanctum Concilium nos enseña que el legado musical y artístico de la Iglesia debiera ser respetado y venerado, porque es la encarnación de siglos de culto y de oración, y una expresión de las más altas cumbres de la creatividad y espiritualidad humanas. Hubo una época en que la Iglesia no corría en pos de la última moda, sino que era ella quien creaba la cultura y era su árbitro. La falta de compromiso con la tradición ha colocado a la Iglesia y a su liturgia en un camino inseguro y lleno de meandros. La separación que se ha intentado hacer de las enseñanzas de Vaticano II respecto de las enseñanzas anteriores de la Iglesia es un camino sin salida: el único camino hacia adelante es la hermenéutica de la continuidad propuesta por el Papa Benedicto XVI. La condición para una restauración de la liturgia y de su música a una situación de nobleza es la recuperación de la unidad, integridad y armonía de la enseñanza católica. Como el papa Francisco nos lo ha enseñado en su primera encíclica: “el conocimiento de sí, la misma autoconciencia, es relacional y está vinculada a otros que nos han precedido” (Lumen Fidei 38).
5. Otra causa de la decadencia de la música sagrada es el clericalismo y el abuso del estatus y posición clerical. Muchos clérigos que han recibido una pobre educación en la gran tradición de la música sagrada siguen tomando decisiones sobre personas y políticas que contravienen el auténtico espíritu de la liturgia y la renovación de la música litúrgica por la que se ha abogado tantas veces en nuestros tiempos. Además, con gran frecuencia contradicen las enseñanzas del Vaticano II en nombre de un supuesto “espíritu del Concilio”. Por otra parte, especialmente en algunos países de vieja tradición cristiana, los miembros del clero tienen acceso a posiciones que no están abiertas a los laicos, en circunstancias de que hay músicos laicos perfectamente capacitados para dar a la Iglesia un servicio profesional igual o mejor.
6. Advertimos asimismo el problema de las remuneraciones inadecuadas (y a veces injustas) a los músicos laicos. La importancia de la música sagrada en la liturgia católica exige en todas partes que por lo menos algunos miembros de la Iglesia estén bien educados, bien equipados y dedicados en estas materias a servir al Pueblo de Dios. ¿No es acaso verdadero que debemos dar a Dios lo mejor de nosotros? Nadie se asombra ni se altera al enterarse de que los médicos necesitan un salario para vivir, ni nadie aceptará que se le administre un tratamiento médico por voluntarios sin preparación; los sacerdotes tienen su salario, puesto que no pueden vivir si no comen, y si no comen no podrán prepararse en las ciencias teológicas ni celebrar dignamente la Misa. Si podemos pagar a los floristas y los cocineros que colaboran en las parroquias, ¿por qué habría de parecer raro que quienes realizan actividades musicales para la Iglesia tengan derecho a una justa compensación?[1]
Propuestas positivas
Podría parecer que lo que aquí hemos dicho es pesimista, pero tenemos la esperanza de que existe una forma de salir de este invierno. Presentamos aquí las siguientes propuestas in spiritu humilitatis, con el propósito de restaurar la dignidad de la liturgia y de su música en la Iglesia.
1. En nuestra calidad de músicos, pastores, académicos y católicos que amamos el canto gregoriano y la polifonía sagrada, tan frecuentemente alabados y recomendados por el Magisterio, solicitamos que sea reconfirmada esta herencia, así como las composiciones sagradas modernas, en latín o en lengua vernácula, que se inspiran en esta gran tradición, y pedimos que se den pasos concretos para su promoción en todas partes, en todas las iglesias del orbe, de modo que los católicos puedan cantar las alabanzas del Señor con una sola voz, un solo espíritu y un solo corazón, unidos en una cultura que supera todas sus diferencias. También pedimos que se vuelva a confirmar la importancia única del órgano de tubos para la sagrada liturgia debido a su singular capacidad de elevar los corazones hacia el Señor y por su perfecta adecuación para apoyar el canto de los coros y de las asambleas.
2. Es necesario que la educación del buen gusto musical y litúrgico comience con los niños. A menudo, algunos educadores sin formación musical creen que los niños no pueden apreciar la belleza del verdadero arte. Nada más lejos de la verdad. Si se usa una pedagogía que los ayude a acercarse a la belleza de la liturgia, los niños se formarán de un modo tal que verán robustecidas sus fuerzas, porque se les ofrecerá un nutritivo pan espiritual y no un alimento industrial aparentemente sabroso pero malsano (como ocurre en las “Misas para niños” que emplean música de inspiración pop). Sabemos por experiencia propia que cuando se hace oír a los niños tales repertorios, comienzan a apreciarlos y a desarrollar una relación más profunda con la Iglesia.
3. Para que los niños aprecien la belleza de la música y del arte, para que comprendan la importancia de la liturgia como fons et culmen de la vida de la Iglesia, debemos tener un laicado robusto que siga al Magisterio. Debemos abrir espacios a un laicado bien preparado en áreas vinculadas con el arte y la música. Hacen falta años de estudio para desempeñarse como músicos o educadores litúrgicos competentes. Es necesario reconocer este status “profesional”, y respetarlo y promoverlo de modo práctico. En relación con esto, sinceramente esperamos que la Iglesia siga trabajando contra ciertas obvias y sutiles formas de clericalismo, de modo que el laicado pueda contribuír plenamente en áreas donde la ordenación no es necesaria.
4. Debiera insistirse en que las catedrales y basílicas posean mayores estándares en relación con el repertorio y las competencias musicales. En cada diócesis el obispo debiera contratar al menos un director musical profesional y/o un organista que se guíen por instrucciones claras en lo relativo al fomento de la música litúrgica de excelencia en la catedral o basílica, y que constituyan un claro ejemplo de cómo combinar obras de la gran tradición con nuevas y apropiadas composiciones. Creemos que para esto hay un sólido principio en Sacrosanctum Concilium 23: “no se introduzcan innovaciones si no lo exige una utilidad verdadera y cierta de la Iglesia, y sólo después de haber tenido la precaución de que las nuevas formas se desarrollen, por decirlo así, orgánicamente a partir de las ya existentes” (SC 23).
5. Queremos sugerir que en cada basílica y catedral se fomente la celebración de una Misa semanal en latín (en cualquiera de las dos formas del Rito Romano), de manera de preservar el vínculo que tenemos con nuestro pasado litúrgico, cultural, artístico y teológico. El hecho de que hoy muchos jóvenes estén redescubriendo la belleza del latín en la liturgia es, ciertamente, un signo de los tiempos, y nos urge a olvidar las luchas del pasado y buscar un enfoque más “católico” que se alimente de todos los siglos de culto católico. Con la actual disponibilidad de libros, folletos y recursos online, no habrá de ser difícil facilitar la participación activa de quienes deseen asistir a una liturgia en latín. Además, debiera fomentarse que cada parroquia celebre todos los domingos una Misa íntegramente cantada.
6. Para los obispos debiera ser una prioridad la educación litúrgica y musical del clero. Este tiene la responsabilidad de aprender y practicar las melodías litúrgicas, puesto que, de acuerdo con Musicam Sacram y otros documentos, debiera poder cantar las oraciones de la liturgia y no, simplemente, recitar las palabras. Por eso, en los seminarios y universidades debiera familiarizarse con la gran tradición de música sagrada de la Iglesia y apreciarla, en armonía con el Magisterio y con el saludable principio de Mt. 13, 52: “Todo escriba instruído en el reino de los cielos es como un hombre, amo de su casa, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas antiguas”.
7. Antiguamente los editores católicos tuvieron un gran papel en la difusión de buenos ejemplos de música sagrada, antigua y nueva. Hoy esos mismos editores, aun perteneciendo a algunas diócesis o instituciones religiosas, difunden a menudo, por consideraciones puramente comerciales, música inapropiada para la liturgia. Muchos católicos fieles piensan que lo que los principales editores ofrecen está de acuerdo con la doctrina de la Iglesia Católica en lo referente a liturgia y música, en circunstancias de que ello frecuentemente no es así. Los editores católicos debieran tener como objetivo principal la educación de los fieles en la sana doctrina católica y en las buenas prácticas litúrgicas, y no el ganar dinero.
8. También es fundamental educar a los liturgistas. Así como los músicos necesitan comprender lo fundamental de la historia y la teología de la liturgia, así también los liturgistas deben ser educados en canto gregoriano, polifonía y en toda la tradición musical de la Iglesia, para que puedan discernir lo bueno de lo malo.
Conclusión
En su encíclica Lumen Fidei el papa Francisco nos ha recordado cómo la fe vincula pasado, presente y futuro:
“en cuanto respuesta a la palabra que la precede, la fe de Abraham será siempre un acto de memoria. Sin embargo, esta memoria no se queda en el pasado, sino que, siendo memoria de una promesa, es capaz de abrir al futuro, de iluminar los pasos a lo largo del camino. De este modo, la fe, en cuanto memoria del futuro, memoria futuri, está estrechamente ligada con la esperanza (LF 10).
Este recuerdo, esta memoria, este tesoro que es nuestra tradición católica no es algo solamente del pasado, sino que es una fuerza vital en el presente, y siempre será un legado de belleza para las generaciones futuras. “Cantad al Señor, porque ha hecho proezas; ¡que sean conocidas en toda la tierra! ¡Exulta y grita de júbilo, tú que habitas en Sión, que es grande en medio de ti el Santo de Israel!” (Is. 12, 5).
[1] Véase el canon 231.
Los firmantes
Mº Aurelio Porfiri
Honorary Master and Organist for the Church of Santa Maria dell’Orto, Rome, Italy
Publisher of Choralife and Chorabooks, Editor of Altare Dei
Peter A. Kwasniewski, Ph.D.
Professor of Theology & Philosophy
Choirmaster
Wyoming Catholic College
Rev. Prof. Nicola Bux
M° Giorgio Carnini
organista, compositore e direttore d’orchestra.
Presidente Associazione Camerata Italica.
Direttore artistico del festival e progetto “Un organo per Roma”.
Buenos Aires, Roma.
Prof. Giancarlo Rostirolla
Musicologo, Ricercatore, Accademico
Presidente dell’Istituto di Bibliografia Musicale
Direttore Artistico della Fondazione Giovanni Pierluigi da Palestrina
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St. Augustine Antiochian Orthodox Christian Church, Denver CO
Founder of the Ambrosian Choristers
Rev. Brian W. Harrison, OS, MA, STD
Associate Professor of Theology (retired), Pontifical Catholic University of Puerto Rico,
Chaplain, St. Mary of Victories Chapel,
St. Louis, Missouri, U.S.A.
Fr. Thomas M. Kocik
Parish Priest, Fall River, Mass. (USA)
Past Editor, Antiphon: A Journal for Liturgical Renewal
+Abbot Philip Anderson
Our Lady of Clear Creek Abbey / Hulbert, Oklahoma
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University of Notre Dame
Dr Joseph Shaw
Senior Research Fellow, St Benet’s Hall, Oxford University
Sir James MacMillan CBE
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Composer
Chicago, IL, USA
William Peter Mahrt, Ph.D.
Associate Professor of Music, Stanford University, Stanford, California,
and President, Church Music Association of America
Peter Phillips
Founder and Director of the Tallis Scholars
Publisher of the Musical Times
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Chevalier de l’Ordre des Arts et des Lettres
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Frankfurt am Main
Roberto Spataro
Docente ordinario Università Pontificia Salesiana
Segretario della Pontificia Academia Latinitatis
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Economista e banchiere
Prof. Dr. Massimo de Leonardis
Ordinario di Storia delle relazioni internazionali
Direttore del Dipartimento di Scienze Politiche
Università Cattolica del Sacro Cuore
Milano – Italia
Elisabeth Mosebach
Friherrinnan Akerhielm af Margrethelund,
Frankfurt am Main
Father Richard G. Cipolla
Pastor, St. Mary’s Church
Norwalk, CT
The Most Reverend Rene Henry Gracida, D.D.
Bishop Emeritus of Corpus Christi
Rev. James V. Schall, S.J.
Professor Emeritus
Georgetown University
Washington, DC, USA
Prof. Pier Paolo Donati
direttore di “Informazione Organistica”
già docente di Storia della Musica all’Università di Firenze
Fr. John Zuhlsdorf
Madison, WI
Colin Mawby, K.S.G.
Liturgical Composer and Master of Music at Westminster Cathedral 1961 – 1977
Frank J. La Rocca, Ph.D
Emeritus Professor of Music
Oakland, California
Rev. George William Rutler, M. St. (Oxon.), S.T.D., LL.D.
Pastor, Church of Saint Michael
New York City, New York
Vytautas Miskinis
Composer,Conductor, Professor
Artistic Director of Boy’s and Male Choir AZUOLIUKAS,
Professor of Lithuanian Academy of Music and Theatre,
President of Lithuanian Choral Union
Wilko Brouwers
Utrecht Center for the Arts
Gregorian Circle Utrecht
Scott Turkington
Director of Sacred Music
Holy Family Church & Holy Family Academy
Minneapolis, Minnesota, USA
Jeffrey Morse
Schola Gregoriana of Cambridge
The Revd J W Hunwicke
sometime Head of Theology, Lancing College; formerly Senior Research Fellow, Pusey House, Oxford; Priest of the Ordinariate of Our Lady of Walsingham
Christopher Mueller
Founder & President
Christopher Mueller Foundation for Polyphony & Chant
Massimo Lapponi O.S.B.
Monaco sacerdote professo dell’Abbazia Benedettina di Farfa
già docente di Etica e Filosofia della Religione presso il Pont. Ateneo di Sant’Anselmo
Patrick Banken
vice president of the International Federation Una Voce (FIUV) and president of Una Voce France.
Joel Morehouse, BM, M.Ed.
Director of Music, St. Ann’s Church, Syracuse, NY
Deacon Edward Schaefer, D.M.A.
Professor of Music
Associate Dean of the College of the Arts
University of Florida
Hugh Ballantyne
Tutor in New Testament Greek
Saint Philip’s Seminary
Toronto
James Likoudi
president emeritus, Catholics United for the Faith (CUF)
Montour Falls, NY
Deacon Timothy D. Woods, M.M.
Choral Conductor
Frankfort, IL, USA
Matthew Schellhorn
Faculty of Music, University of Cambridge
Dr. Philip Blosser, PhD
Professor of Philosophy
Sacred Heart Major Seminary
Fr. Basil Cole, OP, STD
Professor (Ordinarius)
Pontifical Faculty at the Dominican House of Studies
Very Rev. Mark Kirby, O.S.B.
Prior
Silverstream Priory
Stamullen, County Meath, Ireland
Very Rev. Dana R. Christensen, MA, KHS
Pastor, St. Mary of Mercy Catholic Church, Alexandria SD
The Rev. James W. Jackson, FSSP
Pastor, Our Lady of Mt. Carmel Parish
Littleton, CO USA
Rev. Fr. John Saward M.A.
Fellow of Blackfriars Hall, University of Oxford, and Priest-in-charge, SS. Gregory and Augustine Church, Oxford.
Rev. Joseph W. Koterski, S.J.
Department of Philosophy
Fordham University
Bronx NY
Fr. Robert Fromageot, FSSP (STL, Dogmatic)
Parochial Vicar/Choir Director
St. Rose of Lima Catholic Church
Quincy, IL
Thomas Cattoi
Associate Professor of Christology and Cultures
Jesuit School of Theology at Santa Clara University and
Graduate Theological Union
Berkeley, CA
Dr. Thomas T. Howard, Ph.D.
Author; Professor of English (retired), Gordon College, Wenham, MA
Mr. Philip Joseph Fillion
B.M, M.S.M. Westminster Choir College ’17
Organist, St. Catharine & St. Margaret Parish
Spring Lake, NJ
Steven W. Medicis, M.B.A., M.P.A, M.S.
Director of Music at Saint James Church, Syracuse, New York
Director of Music at Saint Joseph’s Church, LaFayette, New York
Fr Thomas Crean OP STD
Holy Cross Priory, Leicester
Fr. Joseph Illo
pastor Star of the Sea Parish
San Francisco, CA
Rev. Jeffrey Keyes
Chaplain, Marian Sisters of Santa Rosa
Theology Instructor, Cardinal Newman High School
Director, Schola Cantorum of St. Eugene Cathedral
Santa Rosa, CA, USA
Fr Stephen P. Turner
Curate, Anglican Church of Christ the King
Watertown, NY
Edward Tambling BA (Oxon) FRCO HonFASC
Assistant Director of Music,
St James’s Roman Catholic Church, Spanish Place,
London
Dr. Peter Kalkavage, Ph.D.
St. John’s College
Annapolis, MD
Henri Adam de Villiers
Maître de chapelle (rits romain et byzantin)
Dipl. Inf. Monika Rheinschmitt
Choirmaster of Schola in Stuttgart
President of Pro Missa Tridentina
Treasurer of Foederatio Internationalis Una Voce
Luís Carlos Fortuna Henriques
PhD Candidate in Musicology, University of Évora, Portugal
Especiality Iberian sacred vocal polyphony of the sixteenth and seventeenth centuries
Susan Treacy, Ph.D.
Professor of Music
Ave Maria University
Ave Maria, FL
Rev. Robert C. Pasley, K.C.H.S.
Rector of Mater Ecclesiae, Berlin, NJ
Chaplain of the CMAA
Adam Michael Wood
Berkeley, CA
Rev. Fr. Francesco Giordano, STD
Human Life International, Rome Director
Angelicum University, Faculty of Theology
Rome, ITALY
Mr Christopher Hodkinson, M.A., M.Phil. (Cantab.)
Director, Schola Gregoriana of Cambridge (U.K.)
Kurt Poterack
Ph. D. in Music Composition
Master of the Choristers and Schola Gregoriana
Director of the Liturgical Music Minor
Christendom College
Jeffrey Quick, M.M.
Composer, Schola director, St. Sebastian, Akron OH
Stephen M. Collins
Musician
Stella Maris Church
Sullivan’s Island, South Carolina
Dr. Sean Lewis, Ph.D.
Assistant Professor of English
Mount St. Mary’s University
Gary D. Penkala
Editor
CanticaNOVA Publications
Charles Town, West Virginia
USA
Henry R. Gaida
Director of Music, Choirmaster of the St. Cecilia Choir and Choristers at
Our Lady of Czestochowa Church; Turners Falls, Massachusetts, USA
David Clayton
Iconographer
Provost, Pontifex University
Atlanta, Georgia, USA
Jessica Earle MMusPT
Music Secretary
Newman Parish, Melbourne, Australia
Noel Jones, AAGO
Creative Director, Frog Music Press
Augusta, Kentucky, USA
Alex E. Hill, M.Mus
Director of Music and Liturgy
St. Mark Catholic Church
Wilmington, North Carolina, USA
Eugene Lavery
Organist & Director of Sacred Music
Saint Martin of Tours Catholic Church
Louisville, Kentucky, United States
Robert Reilly
Author and music critic
Washington, DC, USA
Rudy de Vos, DMA
Director of Music
The Cathedral of Christ the Light
Oakland, CA, USA
Andrzej Zahorski, DMA
Director of Music for Saint Anselm Parish, Creve Coeur, Missouri
R.J. Stove
Organist
Victoria, Australia
Ann Labounsky, Ph.D
Professor and Chair of Organ and Sacred Music
Mary Pappert School of Music
Duquesne University, Pittsburgh, PA
Rev. Christopher P. Gray, STL
Diocese of Salt Lake City
Casa Santa Maria, Rome
Craig Kesner M.Mus
Director of Music and Principal Organist
Saint Joseph’s Parish
Martinsburg WV, USA
Patrick Stolz, M.M.
Music Director
Cathedral of St. Mary
Cheyenne, Wyoming
Rev. Markus Christoph, SJM, PhD
Markt Erlbach, Germany
Organist
Geoff McInnes
Spokesman, Society of St. Dominic
Winnipeg, Manitoba, Canada
Mons. Ignaçio Barreiro Carambula, S.T.D., J.D.
Chaplain and Faculty Member of the Roman Forum
Rev. Paul Schindele, SJM
General Superior of the Servi Jesu et Mariae
Blindenmarkt, Austria
Philippe Guy
Cantor and Master of Ceremonies
Paris, France
Michael P. Foley
Associate Professor of Patristics
Honors College
Baylor University
Waco, Texas
Adam Taylor
Composer and Musician
Keedysville, MD, USA
Mary C. Weaver
Director, Pope Benedict XVI Schola
Knoxville, Tennessee
Daniel Schmidt, Mag. phil. Mag. art.
Abbey organist, Stift Heiligenkreuz, Austria
Lecturer for liturgical chant at the Papal Philosophical-Theological Institute Benedict XVI Heiligenkreuz, Austria
Mirjam Schmidt
Musician, Lecturer
Conservatory for Sacred Music, St. Pölten, Austria
The Revd Mgr Andrew Burnham MA(Oxon), ARCO(CHM)
Assistant to the Ordinary,
Personal Ordinariate of Our Lady of Walsingham
St Mary’s Catholic Church
Dom Daniel Augustine Oppenheimer, CRNJ, STL
Prior, Canons Regular of the New Jerusalem
Priory of the Annunciation of the Blessed Virgin Mary
Charles Town, WV, USA
Edmund Waldstein, O.Cist.
Vizedirektor, Überdiözesanes Priesterseminar Leopoldinum,
Heiligenkreuz, Austria
Dr Nicholas Bannan
Co-ordinator of Graduate Studies and Director of The Winthrop Singers
School of Music
University of Western Australia
James Bogle, Esq.
Barrister of the Middle Temple, London
Vice-Chairman the Catholic Union of Great Britain
Former President of the International Una Voce Federation
William J. Tighe, Ph.D.
Professor of History
Muhlenberg College
Allwntown, PA, USA
Jeffrey M. Alban, D.M.A.
Director of Music & Organist
Saint John the Baptist Church
Front Royal, VA, USA
Dr. Daria Spezzano
Assistant Professor, Theology
Providence College
Providence, RI, USA
Fr Kenneth M. Bolin
Chaplain (Major), US Army
Pastor, Most Holy Trinity Catholic Chapel, US Military Academy
West Point, NY, USA
L’Abbé Claude Barthe
Cappellano pellegrinaggio Summorum Pontificum
Fr Seán Finnegan MA BTh
Parish Priest (Pastor), Diocese of Arundel and Brighton, England
Lecturer in Church History at St John’s Seminary, Wonersh
Dr Timothy Kelly
Professor of Dogmatic Theology
International Theological Institute, Austria
Fr. Eduard Perrone
Pastor and Choir Master
Assumption Grotto Church
Detroit, Michigan, USA
Olavo de Carvalho
Brazilian Philosopher and Author
Raúl del Toro Sola
Organ Teacher at the Conservatorio Superior de Música de Navarra (Spain)
Dr Ann Buckley PhD
Visiting Research Fellow
Trinity College Dublin
Ireland
Timothy Bowser, BME, MA
Music Educator
Cheyenne, Wyoming, USA
Trevor Rowland
Director of Music and Liturgy
St. Mary Catholic Church
Hagerstown, Maryland, USA
Rev. Brian Van Hove, SJ, MA, MTh/ STL, PhD
Chaplain, The Religious Sisters of Mercy of Alma
Alma, MI
June Bowser, B.Mus.
M.Mus. Cantor & Instructor of Voice
Cheyenne, WY
Dr. Gregory Hamilton
Director of Sacred Music
Holy Trinity Seminary
Irving (Dallas) Texas
Rt Rev Fr Xavier Perrin OSB
Abbot of Quarr Abbey (UK)
Judith Christoph
Austria.
Head of the Ancillae Domini
Christoph Matthias Hagen
Cantor
Innsbruck, Austria
Rick Wheeler
Music Director, Our Lady of Mount Carmel, Littleton, CO, USA
Artistic Director, Vittoria Ensemble, Denver
Janet Floyd Gorbitz
General Manager, Church Music Association of America
Wassim Sarweh (ARCT)
Music Director/Organist/Cantor
St Benedict and St Alphonsus
Windsor, Ontario, Canada
B. Andrew Mills
Organist and Choirmaster
Old St. Patrick’s Church
New Orleans, Louisiana, USA
Kathy Reinheimer
Director, Regina Pacis Cantorum; Reno, NV, USA
Frederick Lautzenheiser
Schola Director and Organist
Immaculate Conception Church Cleveland, OH, USA
Royce Nickel
Music Director
Fresno Latin Mass Society
Fresno, CA, USA
Ron Andrico
Author, publisher, church musician Director of Mignarda Ensemble
Cleveland Heights, OH
Rev Brendan Kelly
Pastor, St. Wenceslaus Catholic Church, Bee, Nebraska
Chairman of Philosophy Department, St. Gregory the Great Seminary, Seward, Nebraska
Member of the Diocesan Liturgical Commission, Diocese of Lincoln, Nebraska
Mary Jane Ballou
Director, Cantorae St. Augustine
St. Augustine, Florida, USA
Frank Lawrence
Assistant Professor, UCD School of Music, University College Dublin, Ireland
Mindaugas Kubilius
Ad Fontes Project
Vilnius, Lithuania
Christopher J. Garton-Zavesky
Organist, Oratory of the Immaculate Heart of Mary at Five Wounds Portuguese National Church
Santa Clara, California, USA
Peter Mahon
Artistic Director, Tallis Choir, Toronto
Director of Music, Lorne Park Baptist Church, Mississauga, Ontario
Assistant Conductor, St. Michael’s Choir School, Toronto
Raymond Ortiz
Choir Master
Pax Christi Catholic Church
Littleton, CO, USA
Pierre Masse
Director of Music
Saint Jude’s Catholic Church
Lincoln, Rhode Island, USA
Director, Ecclesia Consort of New England
Matthew Menendez
Co-Founder, Pro Civitate Dei
Saint Louis, MO, USA
Aaron James, PhD, DMA, FRCCO
Director of Music
St Mary’s, Auburn, NY
Fr. Paul Felix
Pastor
Annunciation Catholic Church
Houston, Texas, USA
Rev. Thomas Buffer, STD
Composer and organist
Pastor, St. Mary Church, Marion, Ohio
Pastor, Sacred Hearts Church, Marion, Ohio
Lecturer, International Marian Research Institute, Dayton, Ohio Marion, Ohio, USA
Nick Botkins
Director of Sacred Music/Master of the Choirs
Saint Francis de Sales Oratory
Institute of Christ the King Sovereign Priest
Saint Louis, MO, USA
Dr Graeme D. Adamson
MB ChB (Honours)
Music Director, Cantiones Sacrae
Dundee, Scotland, UK
Msgr. Arthur B. Calkins, S.T.D.
Chaplain
Christopher Inn
New Orleans, LA, USA
Pe. Sérgio Cavalcante Muniz
Professor and Doctor of Theology in the S. Joseph Archdiocesan Seminary, Rio de Janeiro, Brazil
Pastor of Our Lady of Fátima, Alto da Boa Vista, Rio de Janeiro
Fr. Jay A. Finelli, Mdiv
Pastor – Church of the Holy Ghost
Tiverton, Rhode Island U.S.A.
Mr Maghnus Monaghan
Master of Liturgical Music (MLM)
Choir Director, St Eugene’s Cathedral, Derry, Northern Ireland
Linda Schafer
Editor, St. Michael Hymnal
St. Boniface Parish
Lafayette, Indiana
Cons. Giuseppe Capoccia,
magistrato, Crotone
Padre Alessandro Ratti, OFM conv.
docente di teologia all’ITSAD – Padova,
Cappellano dell’Arciconfraternita di Sant’Antonio di Padova
Aldo Caputo
Cantante lirico
Nicholas E. Lemme
Director of Sacred Music
Our Lady of Guadalupe Seminary
St. Francis of Assisi Chapel and Children’s Choirs
Lincoln, NE USA
Fr. David Vincent Meconi, SJ
Saint Louis University
Editor, Homiletic & Pastoral Review
Paul Jernberg
Music Director, St. Monica and St. Lucy Parishes, Methuen, MA
Composer-in-Residence, Thomas More College, Merrimack, NH, USA
Mº sac. Giuseppe Grassi
arcidiocesi di Brindisi-Ostuni
Roman Chlada, MA
Kirchenmusiker & Präsident der Una Voce Austria
Paul Livingston BA
Secretary, Musica Sacra Scotland
The Rev’d Father Philip Andrews BA, STL
Sr Jean Willcox ocd
Qualifications AGSM, BA(Hons), PhD Honorary.
Position Carmelite nun and Core Group Member of Monastic Musicians UK
Mº Ivano Scavino
Direttore Artistico
Fondazione Scuola di Alto Perfezionamento Musicale
Mr Philip Evans
Director of the Byron Consort and House Master of Moretons, Harrow School
Bachelor of Arts and Postgraduate Certificate of Education, University of East Anglia
Licentiate of Trinity College of Music, London
Fr Guy de Gaynesford
Rector, School of the Annunciation,
Buckfast, England
Dr James Holland, BA, M.Litt., PhD
Under Master
Harrow School
London, England
Joseph Cullen
MA Cambridge University, FRCO
Formerly Organist of Westminster Cathedral
And Director of the London Symphony Chorus
Prof. Roberto Marini
Docente associato d’organo presso il Pontificio Istituto di Musica Sacra in Roma
Organista titolare della Cattedrale di Teramo
Giovanni Zordan
concertista, docente di Violino e Musica di insieme per archi al Liceo Musicale di Castelfranco Veneto
Dr John P. Rowntree, Ph.D, M.Ed., ARCM, LLCM, Adv. Dip. Ed.
Director of the Choir and Organist and Assistant to the Monastic Choirmaster, Douai Abbey,
Upper Woolhampton, England.
Accredited Member of the Association of Independent Organ Advisers
Nicholas J. Will
Assistant Professor of Music
Franciscan University of Steubenville, Ohio, USA
sac. Mariusz Białkowski
semiologo, gregornanista
Poznań, Polonia
Andris Amolins, Dr. phil-nat.
Chairman of Una Voce Latvija
Co-founder of Schola Sancti Meinardi
Sr. Susi Ferfoglia
(organista, gregorianista)
Cracovia PL
Heitor Caballero
Music Director
St. Agnes Church
NY
Carmen Luisa Letelier
Professor at the University of Chile
Recipient of Chilean National Music Award (2010)
Fr. Milan Tisma
Chaplain to the Asociación Liturgica Magnificat
Author of “Magnificat: Manual litúrgico-musical en preguntas y respuestas” (2004)
Luis González
Organist, choirmaster of the Asociación Litúrgica Magnificat
Amalia Letelier
Lecturer at the Institute of Music of the University San Alberto Hurtado Teacher at Saint Ursula, Santiago Leader, Coro de la Universidad Andrés Bello, Santiago
Rev. Michael P. Forbes, MDiv MEv., GCTJ, OHS
Retired Chaplain
St. Cecilia Choir School
Rochester, MN
Jaime Carter
Organist
Organ Teacher at the University of Chile
Samantha Dawson
Head Organist
Our Lady of Mt. Carmel Catholic Church
Littleton, CO, USA
Katharine Mahon
Director, Corpus Christi Children’s Choir
Toronto, Ontario, Canada
Samuel A. Schmitt, MLM, Ph.D.
Director of Sacred Music, The Cathedral Parish, Bridgeport, CT, USA
Michael G. Sirilla, Ph.D.
Professor of Dogmatic and Systematic Theology
Director of Graduate Theology
Franciscan University of Steubenville
Blanaid Murphy
MA( Cantab) ARCO KA Diplom (Stuttgart)
Director, Palestrina Choir, St Mary’s Pro-Cathedral, Dublin
Director, St. Mary’s Pro-Cathedral Girls’ Choir, Dublin
Christopher J. Malloy
Associate Professor of Theology, The University of Dallas
Associate Editor, Nova et Vetera
Neil Wright
Organist, St Michael’s Abbey ,
Farnborough, UK
Fr Reto Nay, SSD
Glion, Switzerland
Dr. Jarred Tafaro
Director of Sacred and Liturgical Music
St. Catharine-St. Margaret Parish
Spring Lake, New Jersey
Fr. John Rickert, Ph.D., FSSP
Pastor, Immaculate Conception Church
Omaha, Nebraska
Lt-Col (Rev.) Paul Acton
Commandant Canadian Forces Chaplain School
Canadian Forces Base Borden
Prof. Jacques Viret
musicologue français,
Université de Strasbourg
Damien Poisblaud
chanteur français spécialisé dans le chant grégorien,
directeur des Chantres du Thoronet
Christopher J. E. Jeffries
Organist
Bristol, U.K.
Joan Dillon
Director
Academy of Sacred Music
Scotland
Miss Julia Jones
B.A. (Hons) Dunelm,
Schola director, Kent, UK
Trustee, Schola Gregoriana of Cambridge
Andrew Robson
Salisbury, Wiltshire, UK
Stephen Wood
Music teacher and composer
Princes Risborough, Buckinghamshire, UK
Robert O’Farrell
Choir Master and Organist
Church of the Good Shepherd, Woodthorpe, Nottinghamshire, UK
Mr. Frederick Stone
Chairman, Una Voce Scotland
Clare Bowskill
Director of Music
St Mary Magdalen’s
Brighton, UK
Alastair J. Tocher
Director
Schola Gregoriana Malverniensis
U.K.
Robert Brookes
Cantor
Maybole, UK
Thomas More Hagger
Choirmaster and Organist
Seaford, East Sussex, UK
Noreen O’Carroll
Blackrock, Dublin, Ireland
Adrian Taylor, MA
Organist, Church of Our Lady
St John’s Wood, London, UK
Kevin G. Jones
Secretary, Latin Mass Society of England and Wales
Austin Murphy
Director of Music
St Joseph’s Church, Bradford, UK
Former Master of the Music
St Anne’s Cathedral, Leeds, UK
Jim Roche
Convenor of The Cantors of the Holy Rude
Stirling, UK
Francis Bevan
Professional Editor of Renaissance Music
London, UK
Thomas J. D. Neal, MPhil (Cantab)
Director of Music
Shrine of St. Augustine of England, Ramsgate, UK
Dr Ben Whitworth
Founding director, the Orkney Schola
Orkney, SCOTLAND
Dom Benedict Hardy, OSB
Choirmaster
Pluscarden Abbey, Scotland
Rev. Joseph D. Santos, Jr.
Administrator, The Church of the Holy Name of Jesus
Providence, RI, USA