El cardenal Raymond Burke declaró el fin de semana pasado que los fieles católicos deben «resistir» una perspectiva dentro de la Iglesia que busca socavar las verdades de la fe católica con respecto a la indisolubilidad del matrimonio y de la presencia real de Cristo en la Eucaristía. El tema general de la charla fue “Martirio por la fe en nuestro tiempo” y fue presentada en el Foro de Vida en Roma haciendo énfasis en las preocupaciones sobre el reciente documento del papa Francisco ‘Amoris Laetitia’.
«De particular preocupación para mí es una perspectiva mundana, una perspectiva centrada en el hombre, centrada en el mundo, especialmente en la Iglesia», dijo, añadiendo que la perspectiva se expresa en un «entendimiento secular de las realidades divinas».
Él estaba hablando a líderes de pro-vida y pro-familia reunidos en la conferencia del Foro de Vida, llevado a cabo en Roma el 7 de mayo.
Lea el texto completo del discurso del cardenal Burke aquí.
«Por ejemplo, hoy en la Iglesia, están los que se refieren a la realidad objetiva de la gracia del matrimonio como un mero ideal al que más o menos tratamos de conformarnos», dijo.
El mes pasado el papa Francisco lanzó su exhortación post-sinodal sobre la familia, titulada “Amoris Laetitia”. En su primera respuesta al documento, el cardenal Burke manifestó un problema con el uso frecuente de la palabra «ideal» en referencia a la enseñanza cristiana sobre el matrimonio.
En Amoris Laetitia el papa Francisco escribió: «A veces también hemos propuesto un ideal teológico demasiado abstracto y casi artificial del matrimonio, muy alejado de las situaciones concretas y las posibilidades prácticas de las familias reales», y añadió que esta «idealización excesiva» del matrimonio «no ha ayudado a hacer el matrimonio más deseable y atractivo, sino todo lo contrario».
En otro lugar el papa Francisco sugiere que «mucha gente siente que el mensaje de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia no refleja claramente la predicación y las actitudes de Jesús».
En su crítica el cardenal Burke había observado,
«Tal descripción del matrimonio puede ser engañosa. Podría llevar al lector a pensar en el matrimonio como una idea eterna a la que, en la evolución de las circunstancias históricas, el hombre y la mujer más o menos se conforman. Pero el matrimonio cristiano no es una idea, es un sacramento que confiere gracia sobre un hombre y una mujer para vivir en el amor mutuo, fiel, permanente y procreativo. Cada pareja cristiana válidamente casada recibe, desde el momento de su aprobación, la gracia de vivir el amor que se prometen uno al otro».
El cardenal también declaró que Amoris Laetitia no es magisterial, sino más bien una «reflexión personal» del Papa.
Un número de prelados y teólogos liberales dentro de la Iglesia han elogiado la exhortación del Papa, por lo que dicen, es una aprobación implícita de admisión a la santa comunión a aquellos católicos que se han divorciado civilmente y vuelto a casar. Algunos citan como evidencia el párrafo 305 con la nota 351, el que cuando se lee en conjunto, sugiere que la Iglesia puede ayudar a los que viven en una «situación objetiva de pecado» a «crecer en la vida de la gracia» a través de la «ayuda de la Iglesia», que «puede incluir la ayuda de los sacramentos».
Aunque no menciona explícitamente a Amoris Laetitia, el cardenal Burke advirtió a los participantes de la conferencia de una interpretación del catolicismo, en particular, sobre el matrimonio y el acceso a los sacramentos, que conduce a la «confusión» ya que no se basa en la verdad de la fe.
«La visión mundana lleva a la confusión y la división dentro del Cuerpo de Cristo, debido a que no es cierta, termina por negar el principio fundamental de la recta razón, se llama el principio de no contradicción, a saber, la ley, que una cosa y su negación no pueden ser ambas verdaderas al mismo tiempo y en el mismo sentido».
«Por ejemplo, no puede ser que la Iglesia profese la fe en la indisolubilidad del matrimonio, de acuerdo con la ley de Dios escrita en cada corazón humano, y anunciada en la palabra de Cristo, y al mismo tiempo admita a los sacramentos a los que públicamente viven en violación de la indisolubilidad del matrimonio. Si una persona que está viviendo públicamente en violación de su vínculo matrimonial es admitida a los sacramentos, entonces, ya sea que o el matrimonio no es indisoluble o el sacramento de la santa Eucaristía no es el Cuerpo de Cristo y el encuentro con Cristo en el sacramento de la penitencia no requiere el firme propósito de enmienda de nuestras vidas, es decir, la obediencia a la palabra de Cristo, «no peques más», dijo.
Ver la conferencia completa del cardenal:
El cardenal Burke dijo a los participantes de la conferencia que este tipo de pensamiento «mundano» debe ser resistido.
«Todos estamos tentados a participar en tales formas mundanas de pensamiento. Es mi esperanza hoy ayudarles en la batalla para resistir este tipo de pensamiento, con el fin de permanecer fieles a Cristo que está vivo en ustedes por la efusión del Espíritu Santo,» dijo.
El cardenal Burke hizo referencia repetidamente a los escritos y pensamientos del Siervo de Dios padre John Anthony Hardon de la Compañía de Jesús. Manifestó lo que el padre Hardon escribió:
«El catolicismo está en medio de la peor crisis de toda su historia. A menos que los católicos verdaderos y leales tengan el celo y el espíritu de los primeros cristianos, a menos que estén dispuestos a hacer lo que hicieron y a pagar el precio que pagaron, los días de América están contados».
Burke agregó que el padre Hardon:
«… vio cómo décadas de una catequesis débil e incluso falsa habían creado una situación en la que muchos católicos eran analfabetos con respecto a la fe. Vio cuántos se quedaron en la confusión y error con respecto a los principios más fundamentales de la fe católica y de la ley moral inscrita en el corazón humano y definitivamente articulado a través de la palabra de Cristo heredada en la Iglesia.
La falta de formación en las virtudes, y la confusión general y error con respecto a la ley moral estaba causando destrucción y muerte en la vida de muchas personas y de muchas familias».
En relación al martirio de los testigos que en nuestros tiempos experimentan los realmente fieles católicos, explicó el cardenal Burke,
«Observando la gran confusión y error, también dentro de la Iglesia en la actualidad, el padre Hardon frecuentemente recordaba a todos los fieles que deben prepararse para sufrir mucho, incluso a sufrir el martirio, con el fin de ser fiel a las enseñanzas de Cristo en su Iglesia».
Expresó su «solidaridad» con los participantes del Foro de Vida en Roma, elogiándolos por su «compromiso para proteger y promover la dignidad inviolable de la vida humana inocente e indefensa, y la integridad de su cuna en el matrimonio y la familia».
El cardenal estadounidense, que ha dado aliento constante a líderes de pro-vida y pro-familia, terminó su intervención afirmando,
“En el marco del Foro de Vida en Roma, cierro expresando mi profundo agradecimiento por el martirio que tantos de ustedes acogen en aras de la defensa de la vida humana y su cuna en la unión conyugal de los esposos”.
»Acogemos la indiferencia, burla, rechazo y otras formas de persecución porque amamos a Nuestro Señor y a todos nuestros hermanos en Él, en su santa Iglesia».
Pete Baklinski
[Traducido por Rocío Salas. Artículo original.]