Otro gran ejemplo delante de los chicos: el cardenal Nichols se opone públicamente al cardenal Sarah.
El cinco de julio pasado, durante la conferencia de Sacra Liturgia en Londres, el cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto y los Sacramentos, instó a sacerdotes y a obispos a reanudar la Misa «ad orientem» desde el primer domingo de Adviento del presente año.
«Queridos padres, escuchemos el lamento de Dios tal y como lo proclamó el profeta Jeremías: «han volteado la espalda hacia mi» . Volvamos el rostro una vez más hacia el Señor».
Esta semana el cardenal Vincent Nichols, arzobispo de Westminster y presidente de la Conferencia Episcopal Católica de Inglaterra Y Gales, en una carta a sus sacerdotes de la diocesis de Westminster, desaconsejó la celebración de la misa de cara al oriente..
El cardenal Nichols recordó a sus sacerdotes que «las instrucciones generales del misal romano, aprobado por las más altas autoridades de la Iglesia, indica en el párrafo 299: «Constrúyase el altar separado de la pared, de modo que se le pueda rodear fácilmente y la celebración se pueda realizar de cara al pueblo, lo cual conviene que sea posible en todas partes. El altar, sin embargo, ocupe el lugar que sea, [debe ser] el centro hacia el que espontáneamente converja la atención de toda la asamblea de los fieles. Según la costumbre, sea fijo y dedicado»».
Mas esto no es todo, en lo que se perfila ya como el mejor chiste en lo que va del año el buenazo del cardenal Nichols insistió, indignado, que la Misa no es el momento para que el sacerdote «haga ejercicio de sus gustos o preferencias personales… ».
¡Jamás, Su Eminencia! ¡Ni pensarlo!
Es más, aquí tenemos a algunos sacerdotes británicos siguiendo, sin duda, las estrictas normas litúrgicas de Su Eminencia:
Caray, pero bueno, cuando menos no están de cara al oriente.
Comentario de The Remnant: Ya no sabemos quién va y quien viene, más lo que sí está claro es que estamos presenciando la consumación de profecías ya casi a diario: «La acción del diablo se infiltrará hasta la Iglesia, de tal forma que se verán cardenales oponiéndose a otros cardenales, obispos contra obispos. Los sacerdotes que me veneren serán despreciados y combatidos por otros sacerdotes. Las iglesias y los altares serán saqueados.
La Iglesia se llenará de quienes aceptan componendas, y el demonio empujará a muchos sacerdotes y almas consagradas a abandonar el servicio del Señor». – El mensaje de Nuestra Señora de Akita.
¡Hermosa la primavera esta del Vaticano II que nos estamos gastando!
Michael Matt
[Traducido por Enrique Treviño. Artículo orginal]