Para el Denzinger-Bergoglio desde Colombia
En los últimos meses, La Habana ha estado en foco como supuesta promotora de la unidad y de la paz, gracias a los buenos oficios de Francisco.
Pero eso no ha sido más que una farsa en la historia de la tiranía castrista que lleva casi seis décadas oprimiendo al pueblo cubano y desestabilizando al continente americano a través de sangrientas incursiones armadas y falacias diplomáticas.
El culmen de la irrisión ocurrió en el aeropuerto de La Habana el 12 de febrero de 2016, en que Francisco declaró:
«No quiero irme sin dar un sentido agradecimiento a Cuba, al gran pueblo cubano y a su Presidente aquí presente. Le agradezco su disponibilidad activa. Si sigue así, Cuba será la capital de la unidad.» (La Habana, 12 de febrero de 2016)
“Si sigue así”… ¿Y si no sigue así?
Recordemos que Raúl Castro declaró en su momento, después de la cordial acogida de le dio Francisco en el Vaticano:
«Yo me leo todos los discursos del Papa. Si continúa hablando así, les aseguro que volveré a rezar y regresaré a la Iglesia. Y no lo digo en broma.» (Zenit)
“Si continúa hablando así”… Efectivamente, Francisco continuó hablando así y Castro sigue invariablemente bromeando con la sonrisa en los labios y el diablo en el corazón.
Probablemente Francisco debe considerar a los hermanos Castro personajes íntegros e insobornables… aunque también pecadores, como todos los mortales. Así predicó en Santa Marta el noviembre de 2013:
“Hay un momento en que el hábito del pecado o un momento en que nuestra situación es tan segura y somos bien vistos y tenemos tanto poder” que el pecado deja “de ser pecado” y se convierte en “corrupción”. Y dijo que una de las peores cosas de la corrupción es que el corrupto no tiene necesidad de pedir perdón: “Hagamos hoy una oración por la Iglesia, comenzando por nosotros, por el Papa, por los obispos, por los sacerdotes, por los consagrados, por los fieles laicos: ‘Pero, Señor, sálvanos, sálvanos de la corrupción. Pecadores sí, Señor, lo somos todos, ¡pero corruptos jamás!’. Pidamos esta gracia”. (Santa Marta, 29 de enero de 2016)
Los comunistas internacionales y los kirchneristas argentinos, sus amigos, ¿no son corruptos?
Tres grandes acontecimientos de amplia repercusión política, religiosa y social ocurrieron recientemente teniendo a Cuba como plataforma y a Francisco impulsor o celebrante: la reanudación de relaciones entre Washington y La Habana, el fortalecimiento de la unidad entre católicos y ortodoxos, y la paz en Colombia entre el gobierno y la guerrilla de las FARC.
Pero los tres eventos se han revelado en los hechos como una pantomima de resultado nulo.
Cuanto al a relación entre Cuba y Estados Unidos, un despacho de la agencia EFE del 9 de junio nos revela que la situación en Cuba empeoró pese al acercamiento con los Estados Unidos. Es la voz de los disidentes exilados en USA o en Europa y de gente de la isla, damas de blanco, presos políticos (amordazados), etc. (EFE)
¿Cómo negociar con o creer en la buena fe de comunistas confesos cuya ideología fue oportunamente tachada por la Iglesia de “intrínsecamente perversa”? (Pío XI, Divini Redemptoris, Sobre el comunismo ateo)
Cuanto a la confraternización de Francisco con el ruso Kiril, no ha producido frutos ni siquiera entre los correligionarios del Jerarca ortodoxo. En efecto, Kiril saboteó el concilio Ortodoxo de Creta, y junto con él, muchos otros. Si entre ellos no se entienden ¿cómo se van a entender con nosotros?
En concilio ortodoxo natimuerto, además de no conciliar a los jerarcas y fieles de esas confesiones, no trató de cuestiones de verdadera relevancia para la ley canónica, la liturgia, la teología moral o la eclesiología. ¿De qué valió esa reunión por la cual Francisco pidió oraciones? (Religión Digital)
Por fin, fue celebrado en Cuba un cese definitivo de hostilidades entre el gobierno Colombiano y las FARC. Francisco se regocijó del acuerdo pactado: “Más de 50 años de guerra, de guerrilla; tanta sangre derramada. Fue una bella noticia”, añadió Francisco, que expresó su deseo de que los países “que trabajaron para hacer la paz sean garantes, den la garantía de que esto siga adelante, ‘blinden’ esto al punto que nunca más se pueda regresar, sea de adentro o de afuera, a un estado de guerra. Mis mejores deseos para Colombia que ha dado este paso”. (ACIprensa)
Pero tal acuerdo es otro farol: ningún miembro de las FARC pagará penas siquiera de cárcel por sus múltiples delitos; las FARC no entregarán las armas –dicen que las “dejarán” en zonas previstas pero sin testigos–; los guerrilleros de las FARC podrán entrar en política; no devolverán tierras y bienes confiscados ni repararán a las víctimas; gozarán de medios de comunicación, crearán comités populares y formas de control obrero, etc. ¡Que bella paz! (VerdadColombia)
El Procurador General de la Nación, Alejandro Ordóñez Maldonado, contestó el acuerdo y clamó a la nación en un dramático apelo: “Mientras a las FARC se les dan todas las garantías, ¿cuál es la garantía que las FARC dan a los colombianos de que no volverán a la violencia? ¿Cuál es la garantía de que las FARC no podrán rearmarse y de que se desmovilizarán totalmente? (…) Para la Procuraduría el acuerdo de dejación de amas y de zonas veredales transitorias de normalización para la reincorporación a la vida civil de los miembros de las FARC, es incompleto, absolutamente insuficiente y no es garantía de que las FARC se desmovilizarán integralmente y de forma definitiva”… “un acuerdo de este tipo no se puede basar en la buena fe de las FARC ni en la ingenuidad del gobierno”… “la Procuraduría solicita al gobierno que corrija los términos del acuerdo presentado el 23 de junio». (Procuraduría General de la Nación)
Lejos del arrepentimiento o el dolor, así leemos en la página oficial de las FARC:
«Nosotros somos revolucionarios que luchamos por un cambio de régimen. Pero queríamos y luchábamos por ese cambio usando la vía menos dolorosa para nuestro pueblo: la vía pacífica, la vía democrática de masas. Esa vía nos fue cerrada violentamente con el pretexto fascista oficial de combatir supuestas «Repúblicas Independientes», y como somos revolucionarios que de una u otra manera jugaremos el papel histórico que nos corresponde, nos tocó buscar la otra vía: la vía revolucionaria armada para la lucha por el poder. (…) Ni las FARC ni el Estado son fuerzas vencidas y por ende lo pactado no puede interpretarse por nadie como el producto de alguna imposición de una parte a la otra. (…) Claro que las FARC haremos política, si esa es nuestra razón de ser, pero por medios legales y pacíficos, con los mismos derechos y garantías de los demás partidos. El Estado colombiano tendrá que hacer efectivo que a ningún colombiano se lo perseguirá por razón de sus ideas o prácticas políticas, que la perversa costumbre de incluir en los órdenes de batalla de las fuerzas armadas los nombres de los dirigentes de movimientos sociales y políticos de oposición, tendrá que desaparecer definitivamente del suelo patrio. Que una vez firmado el acuerdo final desaparecerán el dispositivo militar de guerra y su anticuada doctrina de seguridad.» ( Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP, 23 de junio de 2016)
¿Han abandonado las FARC el ideal marxista para la sociedad colombiana? Al contrario. El Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC-EP declara sin tapujos su entusiasmo con el líder que llevó al pueblo venezolano a la más profunda miseria:
«Las FARC-EP integramos a Hugo Chávez Frías y su legado histórico en nuestros más importantes referentes. El talento estratégico del Presidente Chávez habría de determinarlo a dedicar ingentes esfuerzos a la tarea de alcanzar para Colombia la solución política a su larga confrontación interna. Si por obra de su gestión la paz en nuestro país se igualó a la paz del continente, nos corresponde decir con modestia que sólo la paz en todo el continente puede hacer posible la paz en Colombia.
Reservamos para Hugo Chávez, Nicolás Maduro y el pueblo de Venezuela los más fraternos agradecimientos por la generosidad y disposición demostradas ampliamente en los hechos, pese a su abnegada discreción, para hacer posibles las conversaciones de paz que adelantamos en La Habana con el gobierno de Colombia. Estamos seguros de que los hijos de Bolívar no se hallan solamente en Venezuela, sino en Colombia, en toda Nuestramérica y en el mundo entero». (Secretariado Estado Mayor FARC, 5 de marzo de 2016)
Y su ideario continúa claro y vigente:
«Nacimos las FARC-EP como respuesta armada que se propone la toma del poder político en el país. (…) Hacemos parte de la marea mundial contra el imperialismo y el neoliberalismo, contra la guerra, contra la destrucción del medio ambiente, contra el patriarcado y toda forma de discriminación entre los seres humanos. Creemos en la integración Latinoamericana y Caribeña, creemos que toda nación tiene derecho a su soberanía, a decidir libre y democráticamente su destino, sin injerencias extranjeras. Soñamos con un mundo mejor, sin abismales diferencias económicas y sociales, en paz y armonía. Un mundo en el que un día termine por fin la explotación capitalista.«. (Secretariado Nacional de las FARC-EP)
Y si alguna duda queda, ¿quién conoce las «100 propuestas mínimas» exigidas por las FARC para la «reconciliación nacional»? Pocos. ¿Las conocerá Francisco? En ese documento se piden todas las garantías del Estado para abrir camino político a las FARC, en todos sus ámbitos, hasta la convocatoria de una nueva Asamblea Nacional Constituyente que cambiará la sociedad colombiana en otro sistema político. ¿Les suena a algo? Es el mismo programa que llevó Hugo Chávez, desde una aparente ruta democrática hasta la dictadura actual que sufre el pueblo venezolano. Retiren aquí el sorprendente documento que pocos conocen. (O aquí cuando las FARC lo retiren…).
Por estos espurios acuerdos Francisco se muestra “feliz”. Una vez más nos preguntamos: si el comunismo es “intrínsecamente perverso” ¿cómo negociar y confiar en él?
¿Qué pretendes Francisco? ¿Engañar a los colombianos como hiciste a nuestros hermanos cubanos? ¿A quién defiendes Francisco, a las ovejas o al lobo?
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Nota del Denzinger-Bergoglio
Es oportuno recordar dos estudios fundamentales para comprender el Comunismo y el Socialismo a la luz del Magisterio de siempre:
El Comunismo según la doctrina de la Iglesia Tabla de contenido I – La funesta doctrina comunista versus la divina doctrina cristiana |
Actuación del Comunismo y Socialismo Tabla de contenido I- Agitación, odio hacia clases superiores, rebelión, sed de justicia: instrumentos de lucha para cambiar el sistema |