El nuevo calendario es uno de los elementos corrosivos más sutiles que el Vaticano postconciliar ha derramado sobre la fe de un pueblo católico desprevenido. Desde la introducción de la confusión [1], continuando con la existencia de santos muy respetables, pasando por la eliminación de las octavas [2], hasta el caos [3] de raros ciclos concéntricos asimétricos del leccionario, el pandemonio del nuevo calendario crea añoranza de las fiestas semidobles. [4]
Peor aún es cómo el nuevo calendario taladra una fisura [5] entre los católicos que asisten a la liturgia del Novus Ordo y aquellos que han hecho de las tradiciones litúrgicas de la Iglesia [6] su hogar espiritual.
Tomemos por ejemplo uno de los próximos días de fiesta: la Circuncisión de Nuestro Señor, llamada también la Octava de Navidad, o, como se conoce popularmente a la fecha, según el calendario Novus, la Fiesta de María, Madre de Dios. El Papa Paulo VI, en un alarde de arqueologismo [7], arrancó de raíz la Circuncisión y transfirió la fiesta de Madre Santísima al 1 de enero del 11 de octubre cuando se había celebrado universalmente desde 1931 [8] y en las iglesias particulares desde mucho antes. A partir de Paulo VI, el 1 de enero es fiesta de precepto. Pero, puesto que los católicos que se guían por el calendario tradicional no celebran la Fiesta de la Maternidad en dicho día, asistirán a una Misa que no se alinea con el día de precepto… que sólo celebrarán, de acuerdo con el calendario tradicional, diez meses después. (El tema de las fiestas que no se corresponden entre ambos calendarios se pondría de moda después de 1968. [9]) Sin embargo, no están obligados a asistir a Misa el 11 de octubre, de manera que tal vez nunca oigan las oraciones correspondientes a la Misa de precepto.
Toda esta confusión y mucho más surge de las expectativas de dos grupos que adhieren a dos calendarios radicalmente diferentes, considerados parte del mismo rito. Ni qué hablar del Domingo In Albis.
El 1 de enero se acerca rápido, pero cuando se trata del calendario de la Iglesia, la cuestión más oportuna concierne al Único a Quien se aplica la maternidad de la Virgen Santísima. Según muchos católicos, la mayoría de los no católicos y todas las cadenas de radio, la Navidad ya se acabó, finito, un minuto antes de la medianoche del 26 de diciembre. Un número de personas ya me han deseado una “Feliz Navidad atrasada”. La Conferencia Episcopal de los Estados Unidos, ni tan mala, ni tan grande, no ayuda mucho [10]: “El tiempo litúrgico de Navidad comienza con las Misas de Vigilia, en las Vísperas de Navidad y concluye en la Fiesta del Bautismo del Señor”.
Las cadenas de radio seculares y ateas nos privan de treinta y nueve días de alegría. Los obispos, nuestros no seculares y no ateos pastores, dividen la diferencia y nos privan de más o menos la mitad, alrededor de veinte.
Es un concepto Novus y una vergüenza. Tuvimos la suerte de que la Fiesta del Bautismo del Señor [11] sobreviviera, de alguna manera [12], a la bola temporal de demolición de las décadas de los sesenta y setenta. (Al menos de nombre existen el Año A [13], el Año B [14] y el Año C [15] y determinar cuál es cuál es como resolver el acertijo, no precisamente fácil, de Sansón. [16]) Lo que no sobrevivió- o al menos lo que existe bajo el falso suelo de catolicismo [17]- es un concepto llamado Tiempo de Navidad: tras una temporada de penitencia y de preparación, tenemos cuarenta días para festejar y estar felices.
Un sitio llama a este período [18], “un ‘Tiempo de Navidad’ de cuarenta días, que correspondía [sic] a los cuarenta días de la Cuaresma”. No es así, exactamente- si a algo corresponden los cuarenta días del Tiempo de Navidad, es a los cuarenta del Tiempo Pascual, después del cual celebramos la Ascensión de Nuestro Señor, que corre paralelo, a estas alturas del año, con la Purificación de la Santísima Virgen, también denominado La Candelaria o Fiesta de las Candelas.
De esta manera, desde Paulo VI, no sólo reina la confusión respecto de cuánto dura la Navidad y cuándo termina, sino que los fieles que viven según las convenciones temporales del Novus son despojados de veintisiete días (¿veintiséis días?, ¿o veinticinco días? ¿o veintiuno? [19], en todo caso, ¿cuándo es el Bautismo del Señor?) de regocijo navideño.
Nunca se les podría ocurrir a los católicos con los que me cruzo, después de la Misa de las 9:30, al entrar ellos a la Misa Novus Ordo de las 11:00, que mi boda se celebrase en el tiempo de Navidad, pero así fue. Tengo, entre las fotos de mi boda, poinsettias [o flores de Navidad], porque mi mujer y yo nos casamos justo antes del Domingo de Septuagésima y eso fue a fines de enero.
Ahora se puede ser católico de acuerdo con el calendario que se prefiera. Pero ofrezco aquí una sugerencia, que ha enriquecido tremendamente la vida de fe de mi familia, siguiéndola yo mismo: recuerde el Tiempo de Navidad y celébrelo. Mantenga su belén puesto e iluminado, hasta febrero. Guárdese el “feliz Navidad” hasta el 25 de diciembre y luego deséeselo a todos los que encuentre, hasta la Candelaria. Compre sus tarjetas de saludos navideños “tarde”, en alguna liquidación y envíelas para Epifanía. Desafíe a las cadenas de radio y toque canciones navideñas todo el mes de enero. Esta fe, a causa de la cual con tanta frecuencia somos llamados a sufrir terriblemente, también nos brinda un tesoro de gozos, incluso en su glorioso y venerablemente perdurable calendario. No desperdicie la oportunidad de celebrar.
Otra cosa: elija un calendario y aférrese a él. [20] En este largo trayecto de miserable confusión, que emana del Vaticano desde hace más de sesenta años [21] , es más importante que nunca combatir la desorientación, la inconsistencia y la hipocresía. “No puedes quedarte con los dos”. [22] Conservando la integridad en las pequeñas cosas, como saber con certeza de qué día de fiesta se trata, le fortalecerá para las grandes cosas, como cuando su primo católico le invita a presenciar su inválida “boda” subacuática y toda su parentela le amenaza con no darle más regalos navideños de no asistir.
Pero, ¿¡cómo resolver el tema del 1 de enero!? En lo que mí y a mi familia se refiere, asistimos a Misa el 11 de octubre… y reconocemos que la Fiesta de la Circuncisión suele ser también, un muy, pero muy buen día para ir también a Misa.
Por ahora, feliz Navidad– ayer, hoy, mañana y así, por largo tiempo. Cantemos otra ronda de Adeste Fideles y hagamos más galletitas de Navidad.
Drew Belsky
[1] https://www.catholic.com/qa/did-the-church-declare-that-st-christopher-is-a-myth
[2] http://www.ncregister.com/blog/edward-pentin/pentecost-octave-where-art-thou
[3] http://catholictradition.blogspot.com/2007_10_01_archive.html#7694477137172623016
[4] http://www.rosarychurch.net/answers/qa101999c.html
[5] https://onepeterfive.com/why-do-people-have-a-problem-with-the-novus-ordo/
[6] https://onepeterfive.com/christmas-aint/
[7] http://holyfamily.org/the-solemnity-of-mary-mother-of-god-january-1/
[8] https://www.roman-catholic-saints.com/feast-of-the-divine-maternity.html
[9] http://catholictradition.blogspot.com/2007/10/loss-of-liturgical-riches-in-sanctoral.html
[10] http://www.usccb.org/prayer-and-worship/liturgical-year/christmas/index.cfm
[11] https://tridentine-mass.blogspot.com/2018/01/january-13-baptism-of-our-lord-octave.html
[12] https://www.thoughtco.com/baptism-of-the-lord-date-542452
[13] http://www.usccb.org/bible/readings/011214.cfm
[14] http://www.usccb.org/bible/readings/011115.cfm
[15] http://www.usccb.org/bible/readings/011016.cfm
[16] https://www.biblegateway.com/passage/?search=judges+14&version=DRA
[17] https://whatisupwiththesynod.com/index.php/2016/05/05/how-to-get-out-of-the-matrix-on-your-own/
[18] https://www.catholiccompany.com/getfed/does-christmas-end-on-epiphany/
[19] https://www.thoughtco.com/baptism-of-the-lord-date-542452
[20] https://onepeterfive.com/mosebachs-paradox/
[21] https://rorate-caeli.blogspot.com/2015/04/the-reform-of-holy-week-in-years-1951.html
[22] https://onepeterfive.com/pot-clickbait/
(Traducido por Valinhos. Artículo original)