Deténganse en nombre de Dios

“Deténganse en nombre de Dios” era el desesperado llamamiento que hacía estos días atrás el Cardenal Caffarra ante el inminente” asesinato de Charlie Gard. Posiblemente la mayoría de Vds. conocen el caso, pero quizás para otras personas resulte desconocido, así que hagamos un breve repaso para saber quién es Charlie.

¡Sorpréndase! no es más que un bebé de 10 meses que no tiene ni voz ni voto. Un bebé a cuya diminuta nariz aún no ha llegado el olor fétido de una sociedad empobrecida y alejada de Dios. El pequeño Charlie nació aparentemente sano, pero a los dos meses enfermó y sus padres lo llevaron al hospital, donde inmediatamente pusieron todos los medios para que su salud mejorase. Una vez que diagnosticaron que tenía lo que se denomina una “enfermedad rara” comenzaron los problemas, ya que el servicio médico que lo atendía estimó que no tenía cura y que el bebé estaba sufriendo, por lo tanto consideraban que había que desconectar su cuerpo de toda máquina que le estuviera dando sustento. Primero te conectan y después te desconectan, muy congruente todo, como si uno fuera un electrodoméstico que se enchufa y desenchufa a intención de su dueño.

Sus progenitores, como cabe esperar en unos padres amorosos y en cualquier persona normal, se oponen a ello, es decir desaprueban el asesinato de su hijo. Los médicos alegan que el bebé sufre y que por esta razón no debe continuar viviendo. Primera conclusión: Si tienes sufrimiento, mejor te aniquilamos.

No obstante en contra de esta teoría del supuesto dolor del bebé, los padres de Charlie dicen que el niño no tiene padecimiento alguno, cosa que parece creíble dados los avances médicos que tenemos en pleno siglo XXI y se oponen a su muerte, entre otras cosas, porque confiaban en poderlo llevar a EEUU para que le realizasen un tratamiento experimental y para el cual han recaudado fondos. Pero todas las puertas se les han ido cerrando y en última instancia han acudido al tribunal de Estrasburgo, que parece que también les ha dado carpetazo.

Lo cierto es que en esta historia no podemos hacer mucho más que leer y escandalizarnos. Las decisiones finales sobre la vida de las personas recaen sobre los médicos y sobre los tribunales de justicia. Con la colaboración ciudadana se puede ir consiguiendo un retraso en el desarrollo final, pero no cabe mucha más esperanza.

¿Saben por qué el llamamiento del Cardenal no será escuchado? Muy sencillo, porque Dios no es tenido en cuenta hoy en día. Los crucifijos ya no están en los sanatorios, los crucifijos ya no están en los tribunales de justicia, por lo tanto nadie entiende la Cruz de Cristo y todo lo que huela a dolor, lo mejor es borrarlo de la faz de la tierra. La Cruz de Cristo no está de moda. Así funciona nuestro mundo, por modas, así funciona nuestra alma, carnalmente.

¿Puede el sistema sanitario, judicial o legal ordenar la muerte de los seres humanos? A la vista de los hechos, sí, hoy en día el sistema judicial y los médicos están por encima de Dios.

Conocemos otros casos en los que las familias han sido los grandes impulsores de estos “asesinatos”, pero en este caso, sus padres, luchan por mantenerlo con vida y la justicia decide que no es viable. Piénsenlo un momento detenidamente, tienen un hijo, el sistema sanitario, aunque no lo diga, estima que es un gasto innecesario y los jueces aprueban la desconexión…como si las personas fueran una bombilla, interruptor on, interruptor off… y Vds. ¿Qué harían si fuese su hijo amado, su niño del alma? ¿Permiten que lo maten, así, sin más? ¿se conforman, acatan, se tragan la historia de que no es un asesinato sino una desconexión de la vida? ¡Qué impotencia! ¿No creen? Tanto avance para que al final todo sea un retroceso. No es un asesinato, es una desconexión…Aquí está la trampa del final de nuestra vida, no nos van a matar, simplemente nos van a desconectar.

“La vida la da Dios y la quita Dios”, decían nuestros abuelos, nuestros padres…eso es lo que yo escuchaba de niña, pero en este siglo XXI, es la mano del hombre la que tiene el poder de decidir, por esa razón, de nada servirá el grito desesperado del Cardenal: “deténganse en nombre de Dios”… ¿En nombre de quién? si vivimos en un mundo ateo, descristianizado, ¿Cómo se va a parar nadie en nombre de Dios, si ni siquiera lo conocen?

Por lo visto el Papa Francisco, ha pedido que se ayude a los padres a ganar más tiempo para decir adiós a Charlie. ¡Curioso! Tan claro él con los temas de la mafia, de los empresarios que malversan, de la inmigración, de las pateras y ahora, nos sorprende pidiendo una prórroga de muerte, ¿Más tiempo para despedir al hijo? ¿Es esa la respuesta oficial de la Iglesia? ¿Acaso al Papa Francisco le parecería bien que se siguieran matando a los Cristianos por el mundo entero, con la condición de que se les diera una semana más para que sus familias asimilen que los van a torturar o freír en una hoguera? Esto que escuchamos ¿Es la opinión de la Iglesia o es la opinión personal de un Obispo que se sienta en la Silla de Pedro?

Leía estos días en la prensa digital distintas opiniones de Sacerdotes, unas me resultaban favorables con mi visión personal y otras, bajo mi punto de vista, desacertadas e inapropiadas viniendo de un clero que se llena todo el día la boca con la palabra “misericordia”. Leía la opinión de un Sacerdote que exponía en su blog que la naturaleza debe seguir su curso, ¿pero de qué naturaleza está hablando si lo han enchufado a una máquina y ahora pretenden desenchufarlo? La naturaleza, señor mío, es como murió mi abuela con 99 años, cerrando los ojos en su cama poco a poco, sin máquinas que te aten de manera inmisericorde a la vida y que después, cuando a los médicos les conviene, te las quitan y te liquidan. Por si fuera poco pedir que liquiden al niño pregunta el mini Santo Padre, si es moral gastarse el dinero en el tratamiento del pequeño y yo me pregunto después de leer su página, si es moral que echemos dinero en la boeta de muchas parroquias para que se gaste en sabe Dios qué, a la vista de lo que escriben Vds. por Internet adelante. La naturaleza sigue su curso cuando uno va al hospital y le dicen que no hay nada que hacer ante una enfermedad y en ese momento, uno vuelve a su casa con su familia para morir en brazos de Dios y ya no te enchufan innecesariamente a ningún aparato, en ese caso, la naturaleza puede y debe seguir su curso. Pero si hay un tratamiento que te da esperanza de vida, justo es aprovechar los avances y eso es lo que en este caso los padres piden para su hijo, una esperanza para su corta vida, el Señor curaba al enfermo

Lo cierto es que nos debería importar poco la opinión de este cura o del otro, lo que tendría que preocuparnos es lo que dice el magisterio de la Iglesia, ¿Qué opina la Iglesia de la eutanasia, de la desconexión, de los asesinatos? Llámenle como quieran, pero lo que nos tiene que importar es lo que la Iglesia Católica oficialmente dice y manda hacer en este caso. Hoy en día nos encontramos con que muchos Sacerdotes bloggeros lanzan su opinión personal de temas que son vitales en la vida de un buen Católico, pero queridos míos ¿Es su criterio o el de la Iglesia, Una, Santa, Católica y Apostólica?

Podemos asegurar que fuera de nuestro portal católico adelantelafe, todo lo demás que se escribe bajo el nombre de publicaciones religiosas, es de dudosa procedencia, opiniones personales y humanas, desafortunadamente nada que ver con lo que nos trasmite el Magisterio de la Iglesia. Aquí no inventamos nada ni improvisamos, cogemos la Biblia y el Catecismo y escribimos, no necesitan más pruebas de garantía.

Lo que se va a hacer con este bebé es lo que se denomina “eutanasia”, unos pueden suavizarlo que “no es así, que va…”.El concepto legal de eutanasia es el siguiente:

“Es todo acto u omisión cuya responsabilidad recae en personal médico o en individuos cercanos al enfermo, y que ocasiona la muerte inmediata de éste con el fin de evitarle sufrimientos insoportables o la prolongación artificial de su vida”

¿Qué les parece? Lo cierto es que no es la primera vez que les hablo de estos temas y posiblemente no será la última, tenemos obligación grave de denunciar toda esta barbarie. Una sociedad atea y descristianizada decide hoy en día por nosotros, no tenemos derecho a réplica, sólo nos queda acatar con las modas o gustos de los gobiernos y con el beneplácito de la Iglesia que traga con todo. Esto es un holocausto y no somos conscientes.

En una entrevista concedida por el doctor Coviello, un genetista especializado en el síndrome que padece el niño asegura lo siguiente: “si no pueden curarlo, si su enfermedad es irreversible, los médicos deben dedicarse a su tarea, que es asistir al enfermo hasta el fin. No acelerar el resultado final y fatal de su vida”, de las pocas cosas coherentes que he leído sobre este caso, el médico añade: “Y a su sufrimiento no se ha dado ninguna respuesta concreta, se le ha negado la base mínima de la piedad humana decretando que, si sufre, no vale la pena vivir”, un médico que dice lo que nuestros Presbíteros deberían gritar, “caridad para el enfermo”

Al inicio del artículo les planteaba una pregunta muy clara, ¿Qué dice la Iglesia? Dejémonos de divagar y hablemos en base a nuestra Fe, todo está dicho desde el inicio.

5º Mandamiento de la Ley de Dios: No matarás

1º Mandamiento de la Ley de Dios: Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo

Génesis: “¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano está clamando a Mí desde la tierra. Por eso andarás maldito”

Éxodo: “No quites la vida al inocente y justo

Deuteronomio: Yo soy quien doy la muerte y doy la vida

Evangelio según San Juan: “Soy Yo el camino, y la verdad, y la vida” “Yo he venido para que tengan vida y vida sobreabundante”

Suma Teológica, Santo Tomás de Aquino: “De ningún modo es lícito matar al inocente. Dios es Señor de la muerte y de la vida, pues por disposición suya mueren los pecadores y los justos. Considerando al hombre en sí mismo, no es lícito quitar la vida a nadie, puesto que en todo hombre, aun pecador, debemos amar la naturaleza, que Dios ha hecho y que por la muerte se destruye”

San Ignacio de Antioquia: “Uno sólo es el médico carnal y espiritual…Jesucristo nuestro Señor”

San Ambrosio: “El médico es el mismo Señor Jesús que curó nuestras heridas derramando aceite y vino”

Carta de Santiago: “¿Está alguno enfermo entre vosotros? Haga venir a los presbíteros de la Iglesia y oren sobre él ungiéndole con óleo en nombre del Señor,  y la oración de fe salvará al enfermo, y lo levantará el Señor”

Declaración Iura et Bona sobre la Eutanasia: “Ahora bien, es necesario reafirmar con toda firmeza que nada ni nadie puede autorizar la muerte de un ser humano inocente, sea feto o embrión, niño o adulto, anciano, enfermo incurable o agonizante. Nadie además puede pedir este gesto homicida para sí mismo o para otros confiados a su responsabilidad ni puede consentirlo explícita o implícitamente. Ninguna autoridad puede legítimamente imponerlo ni permitirlo. Se trata en efecto de una violación de la ley divina, de una ofensa a la dignidad de la persona humana, de un crimen contra la vida, de un atentado contra la humanidad.”

Pueden seguir leyendo, documentándose y sobre todo rezando unos por otros porque nuestra alma está en manos del Señor, pero nuestra vida, en estos momentos, está en manos del hombre

“Dios mío, sálvame de mis enemigos; defiéndeme de los que me atacan.

Líbrame de los que obran iniquidades y protégeme contra los hombres sanguinarios.

Mira: ponen asechanzas a mi vida, y hombres poderosos conspiran contra mí.”

(Salmo 58)

Sonia Vázquez

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