11º Domingo después de Pentecostés
Mc 7: 31-37
“El sordomudo de nacimiento y los sordomudos voluntarios”
En este evangelio se nos habla de la curación milagrosa de un sordomudo hecha por Jesús.
Hay dos tipos de sordomudez, la involuntaria y la voluntaria. La sordomudez involuntaria no es muy frecuente; en cambio la voluntaria está cada vez más extendida dentro de nuestra Iglesia. La Iglesia que “gobierna” no dice nada ante la situación de caos en la que vivimos; y si es que hablan, predican doctrinas erróneas e incluso a veces envenenadas.
Ante este caos lo que tenemos que hacer es acudir a la Sagrada Escritura que es donde están los remedios para la enfermedad actual. Aunque esos mismos que tenían que enseñarnos la Escritura son los que nos dicen que las palabras de Cristo están obsoletas y hay que darle una nueva interpretación más acorde con los tiempos actuales… (sigue)