Jesús subió al Padre para estar más presente (actualmente vivir) en su Iglesia por medio del Espíritu Santo. La venida de la Virgen María en Fátima, hace 100 años, también es gran obra del Espíritu Santo. Pues hay una relación muy íntima e indisoluble entre Dios Espíritu Santo y la Virgen Santísima. El Espíritu Santo siempre actúa más plenamente en aquella alma más devota a la Virgen María. Ahora, la aparición Mariana más importante de la historia es la de Fátima, y lo debemos tener por seguro que ahí está actuando ferverosamente el Espíritu Santo. Ninguna otra aparición ha recibido tanto aprobación y preocupación de los papas. Podemos resumir el mensaje de Fátima en tres puntos claves: (1) La suma importancia de la doctrina católica. (2) La crisis terrible de fe. (3) Y el plan espiritual que cada uno debe cumplir para la salvación de almas y paz en el mundo.