Jesucristo siempre nos está llamando [1] a la fe, [2] al odio al pecado (la conversión), [3] al desprecio del mundo, [4] y a la oración. Estos son fundamentos de la vida cristiana porque es el camino de Jesús. El término de nuestra vida es Jesús y debemos continuar la vida de Cristo en nuestras propias vidas. Esto lo podemos lograr solamente por medio de la fe, la gracia de Cristo y los dones del Espíritu Santo que Él nos ha dado. No olvidemos, es imposible ser salvo sin la fe autentica y que tan importante es invocar al Espíritu Santo.