Hace un año, Mauranne y Laura, de 21 y 20 años respectivamente, fueron salvajemente asesinadas a puñaladas en la plaza de la Estación de Saint-Charles, en Marsella, Francia. Sin embargo, su agresor, Ahmed Hanachi, un tunecino clandestino, ya fue dejado en libertad, a pesar de un robo reciente y a pesar de su permanencia irregular en el país del otro lado de los Alpes. Una tolerancia cómplice que, de hecho, creó un clima de laxitud general, premisa de delitos como este doble asesinato.
Esto, a pesar de que la investigación abierta inmediatamente después, dejó en evidencia algunas “disfunciones” en los servicios estatales. Pero ahora hay quienes presentan la factura. Sylvie y Dominique Harel, los padres de Mauranne, junto con Fabrice y Pascale Paumier, los padres de Laura, anunciaron que quieren dar batalla y llevar al Estado francés ante el tribunal administrativo: “Tenemos la impresión -declararon- que el Estado trata de minimizar su responsabilidad, hablando de ´graves fallas en el dispositivo de alejamiento´. A nuestro juicio se trata de un grave falta comprobada“.
En el último mes de marzo, los familiares de las dos víctimas ya habían enviado un recurso preliminar al Ministerio del Interior francés, pidiendo una indemnización por lo sucedido, pero su solicitud no se tuvo en cuenta. Ahora vuelven a la carga. Por una cuestión de principios.
Como siempre, una minimización de los problemas, en el caso específico del velo, provocó en Francia, otro inquietante suceso recientemente ocurrido. Un prófugo por robo a mano armada logró durante tres meses, evadiendo toda vigilancia y evitando toda identificación, circular tranquilamente por las calles, sencillamente usando el velo islámico. Redoine Faïd y sus cómplices pretendían ser mujeres envueltas en sus ropas típicas, para eludir a las fuerzas del orden. Se lo llevaron por la nariz.
Al final, la policía advirtió la presencia del evadido en un departamento de dos habitaciones en Creil, una ciudad de elevadísima concentración musulmana con nueve mezquitas, y, después de varias emboscadas, irrumpió en el mismo, creyendo que podía albergar una celda salafista. Así fue arrestado Faïd.
Sin embargo, el hecho de que, una vez más, gracias a una tolerancia excesiva, los delincuentes socialmente peligrosos puedan circular sin ser molestados es ciertamente, al menos, causa de inquietud.
L’articolo Islam: cuando demasiada tolerancia expone a riesgos inútiles proviene da Correspondencia romana | agencia de información.