El Papa Francisco parece haberse ofendido por una campaña anónima de carteles que puso en duda su misericordia. El 4 de febrero, Roma despertó con más de 200 carteles de un Papa con un rostro severo pegados en toda la ciudad, con una inscripción que pregunta, «¿pero dónde está tu misericordia?»
Los carteles no identificados acusaron a Francisco de haber «ignorado a los cardenales» y «decapitado a la Orden de Malta» – referencias a una amarga disputa entre la Orden y el Vaticano que mandó al banquillo a un cardenal conservador.
Al día siguiente del incidente, el Papa hizo un llamado a los peregrinos durante la oración del Angelus a permanecer lejos de «los gérmenes contaminantes del ego, la envidia y la calumnia».
Luego, el 12 de febrero, criticó el uso cotidiano de «insultos», una aparente referencia a los carteles anónimos, aunque parecía también aludir a una avalancha de críticas recibidas en los últimos meses por sus reformas progresistas en el Vaticano y su disentimiento de la enseñanza y la práctica de la Iglesia. En su discurso semanal del Angelus, Francisco destacó el mandamiento de Jesús: «No matarás», diciendo que el edicto se aplicaba no sólo al homicidio real, «sino también a aquellos comportamientos que ofenden la dignidad de la persona humana, incluyendo palabras insultantes». Agregó que «quien insulta a su hermano mata a ese hermano en su corazón».
Los insultos son verdaderamente graves pecados contra la caridad, especialmente los insultos contra la Fe. Sin embargo, los carteles anónimos no fueron intencionados como insultos hacia el Papa, sino que fueron cuestionamientos serios en cuanto a dónde está su misericordia. Después de todo, ha mostrado misericordia por una ONU liberal en contra de la vida que usa su Vaticano para promover un planeta más «sustentable» a través del control de la población (aborto), y ha exonerado a personas como Albrecht von Boeselager de los Caballeros de la Orden de Malta que fue despedido con razón por su superior Fray Matthew Festing por distribuir millones de dólares en anticonceptivos y drogas abortivas, mientras que Festing fue despedido a su vez por el Papa. ¿Dónde está la misericordia del Papa?
El papa ha mostrado su misericordia a los delincuentes como la abortista Emma Bonino a quien llamó «una de los grandes de Italia», y para Fidel Castro, quien vivió para el pelotón de fusilamiento; mientras despreciaba y despreciaba a destacados prelados del Vaticano como los Cardenales Burke y Sarah por su testimonio humilde e inquebrantable de la fe católica.
Peor aún, se ha burlado de los jóvenes católicos que prefieren asistir a la Misa tradicional en Latín, y llegó a decir que la razón por la que los jóvenes asisten a esta forma más «rígida» de la Misa es para «ocultar sus males». En una entrevista concedida por el Papa Francisco a su confidente y redactor jefe de Civiltà Cattolica, el P. Antonio Spadaro SJ, expresó su «asombro» ante el hecho de que jóvenes, que no fueron educados con la Misa en Latín, no obstante la prefieren.
«Y me pregunto: ¿Por qué tanta rigidez? Escarben, escarben, esta rigidez siempre esconde algo, inseguridad o incluso algo más. La rigidez es defensiva. El verdadero amor no es rígido».
Palabras como estas son «los gérmenes contaminantes del ego, la envidia y la calumnia» que necesitan ser limpiados de la Iglesia. Cuando Cristo dijo: «No matarás», también se refería a no matar el espíritu de los jóvenes, que después de mucha oración, deliberación y lucha, han decidido hacer algo bien en la vida para el deleite de su Creador. Un crimen es que deban ser «insultados» a causa de su fe de esta manera. ¿Acaso su pastor en jefe consideró su propia rigidez en contra la bondad de estos?
Si Francisco fuese fiel a su corazón, lloraría lágrimas de gratitud por el hecho de que estos jóvenes, quienes podrían estar usando su tiempo para dedicarse a la cultura pop y al pecado, prefirieron crecer y unirse a Dios en la antigua misa. Sería fácil de comprender que es Cristo mismo quien gentilmente atrae estas preciosas almas hacia sí mismo, a la Misa Tradicional. ¿Por qué habría de preguntárselo Francisco?
Parece tener una fobia acerca de la bondad de Dios. Esta bondad se manifestó a través de los siglos por las glorias de la tradición con la cual Dios ha enriquecido a su Iglesia. En su misericordia El nos ha extendido las joyas de la tradición sagrada y de la Misa en Latín, para que sea un gozo y una purificación para su pueblo, ¿por qué desprecia Francisco estos tesoros mientras adultera a la Iglesia con el cambio? ¿Mujeres diaconisas? ¿Ministros laicos de la Eucaristía? ¿Comunión a los adúlteros? ¿Respeto por la «orientación gay»? Misa de los jóvenes en la playa con guitarras, ropa de playa y bailarines gay? ¿A qué tipo de escándalo está empujando a la juventud? Descarta las reglas y los reglamentos y luego burla al rebaño con esta alegre socialización que él llama misericordia! «¡Ay del mundo por sus escándalos!» (Mateo 18: 7)
No, los carteles en Roma no eran un insulto para el Papa, sino que fueron providencialmente puestos para su instrucción. Oremos para que Francisco revise este asunto y aprenda por él. Y déjenle «escarbar, escarbar», para que descubra su propia «rigidez» que lo hace «defensivo» contra la tradición.
David Martin
(Traducción de Rocío Salas. Artículo original)