Buen reflejo del laicismo social y político a todos los niveles que se vive en España. Una felicitación navideña de los príncipes (en el futuro, posiblemente, reyes de España) donde no aparece ni un solo signo religioso. Ni Jesús, ni María ni José….
Si ya el presente está secularizado, el futuro ¿como será?…
Es un signo más del complejo de inferioridad que vive nuestra nación, con anulación de su identidad católica y sustitución de la misma por la vulgar amalgama posmoderna.