“En medio de vosotros hay UNO que no conocéis”. El conocimiento de Cristo no es una mera aprehensión intelectual, sino un conocimiento transido de amor, el cual sólo puede brotar de la intimidad.
“En medio de vosotros hay UNO que no conocéis”. El conocimiento de Cristo no es una mera aprehensión intelectual, sino un conocimiento transido de amor, el cual sólo puede brotar de la intimidad.