No pensaba lo bastante en la muerte, y sin embargo la muerte ha venido a visitar a un gran número de personas a las que yo conocí…¡jóvenes, ricas y felices!…; entonces me gusta volver con el pensamiento a los lugares encantadores donde vivieron, preguntarme donde están, qué les queda hoy de los castillos y los parques donde las vi disfrutar de las comodidades de la vida…y veo que todo es vanidad y aflicción de espíritu bajo el sol…y que el único bien que vale la pena es amar a Dios con todo el corazón y ser pobres de espíritu aquí en la tierra…