La última «intervención de Francisco en un instituto religioso conservador», revelada por Marco Tosatti, en Nuova Bussola:
La Congregación para los religiosos está por comenzar una visita apostólica en relación con una asociación internacional de fieles, los heraldos del evangelio, el primero nacido en el tercer milenio, y que ha tenido un enorme crecimiento en los últimos años. Según fuentes internas confidenciales de la congregación, presidida por el cardenal brasileño Joao Braz de Avis y cuyo secretario es el franciscano español Jose Rodriguez Carballo, la formación de una comisión compuesta por un obispo, una hermana y un abogado canónico para indagar en los Heraldos del Evangelio es inminente. Las motivaciones de esta iniciativa son desconocidas. El fundador [de los Heraldos] es Monseñor Joao Scogamiglio Cla Dias; y el hecho de que él es un admirador de Plinio Corrêa de Oliveira, la gran figura del catolicismo brasileño tradicional, que murió en 1995, ya es un motivo de sospecha de la actual administración del Vaticano.
En primer lugar, hay que hacer dos observaciones.
En primer lugar: los “Heraldos del Evangelio” se originó a partir de un grupo de personas de la famosa «TFP» ( «Sociedad para la Defensa de la Tradición, Familia y Propiedad»), que encontró aceptación en la jerarquía de Brasil, ya que abandonaron el apego exclusivo de la TFP a la misa tradicional – así que, para ser claros, no celebran la misa tradicional, por lo tanto, no son tradicionalistas, sólo «embellecen» la nueva creación litúrgica Paulina con el fin de hacerla ver «tradicional», y es por eso que se han extendido ampliamente en el mundo. En segundo lugar, hemos oído de fuentes muy confiables que solían estar en el interior, sobre algunas peculiaridades muy extrañas sobre los heraldos del Evangelio.
Por otro lado, no hay duda de que, debido a que tanto el prefecto de los religiosos (el ultraliberal cardenal Aviz) y el fundador muy conservador de los Heraldos del Evangelio son del mismo país, hay gran cantidad de hostilidad (y Francisco en particular odia a los católicos conservadores, e incluso más a los su propio continente). Los Heraldos deben estar listos para un paseo salvaje…
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Lo que es particularmente curioso es que se sabe que Benedicto XVI favorecía altamente a los heraldos del Evangelio – Incluso mencionó el Instituto por su nombre en el libro-entrevista «Luz del Mundo» por el Papa emérito (entonces en su calidad de Papa) los heraldos son «jóvenes llenos de entusiasmo de haber reconocido en Cristo al hijo de Dios, y de proclamarlo al mundo». Así que, sí, esta intervención es también un signo de guerra embravecida, embravecida, más no declarada, que Francisco está llevando a cabo contra todos los asuntos cercanos al corazón de Benedicto XVI.
[Traducido por Rocío Salas. Artículo original.]
