Se adjunta una breve reflexión del Padre Jorge Loring S.I que en pocas palabras tiene
mucho contenido:
Se han puesto de moda los métodos de relajación orientales.
Pero hay que distinguir entre religión y relajación.
La religión tiene por objeto a Dios y la relajación a uno mismo.
Pero fácilmente se confunden estas dos cosas.
Yo puedo hablar con Dios sin necesidad de ese estado de relajación y concentración de esas prácticas orientales.
Recuerdo una anécdota con el P. De Mello en un cursillo que hice con él.
Nos enseñaba a concentrarnos para notar el aire que entra por las nariz, y las palpitaciones del corazón en el dedo gordo del pie.
Y yo le dije:
“Para hablar con Dios no tengo que estar una hora buscando esas sensaciones. Me pongo de rodillas ante el sagrario, y antes de un minuto ya estoy hablando con Dios”.