Teólogo griego (675-749), sacerdote y doctor de la Iglesia. Su día es el 4 de Diciembre.
Nació en Damasco (Siria) en una familia cristiana. Gran conocedor de la filosofía, ingresó en el Monasterio de San Sabas, próximo a Jerusalén. Escribió muchas obras contra los iconoclastas. Era conocido como el «orador de oro» por su gran elocuencia. Pudo tener un futuro prometedor, pues su padre era ministro y su hogar paterno muy acaudalado. Pero optó por entregarse a Cristo y repartió todos sus bienes entre los pobres. La historia nos dice que cuando León (emperador de Bizancio) prohibió el culto a las imágenes, haciendo eco de los iconoclastas que acusaban a los católicos de adorar imágenes (como hacen hoy algunos grupos protestantes), Juan Damasceno se hizo portavoz de la ortodoxia enseñando la doctrina católica al respecto: nosotros veneramos imágenes, no adoramos más que a Dios.
Nos quedamos con una de sus frases:
Lo que es un libro para los que saben leer, es una imagen para los que no leen. Lo que se enseña con palabras al oído, lo enseña una imagen a los ojos. Las imágenes son el catecismo de los que no leen.
San Juan Damasceno, que pusiste tu inteligencia al servicio del amor, intercede por nosotros