San Juan de Capistrano nació el año 1385 en los Abruzos (región de la actual Italia) y fue religioso predicador de la Orden de Frailes Menores. Ordenado sacerdote ejerció una impresionante labor pastoral por toda Europa en defensa de la fe católica frente a las herejías (sobre todo la de los husitas, que tanto influyó en Lutero). Predicó de forma incansable en pro de la reforma de las costumbres y todo ello lo desarrolló desde la base de una profunda vida espiritual. Murió en 1456. Unos años antes, en plena ofensiva musulmana por el este de Europa, fue comisionado por el Papa Calixto II para dirigir la cruzada en defensa de la cristiandad, la cual impulsó desde Hungría hasta Servia con sensible éxito no sólo en lo militar sino también en el sentido de limar toda actitud vengativa o contraria al espíritu de legítima defensa propio de la fe. Se decía que todo cuartel donde pasaba Juan de Capistrano parecía más un monasterio que una casa militar. Su día es el 23 de Octubre.
El personalmente nunca empuñó un arma, sino solo las suyas como sacerdote: oración, penitencia y predicación. Es célebre su forma de animar a los defensores de Belgrado ante la embestida musulmana, y cómo tras esa batalla moriría de muerte natural, no sin antes haber ofrecido su vida para salvar la cristiandad.
«Creyentes valientes, todos a defender nuestra santa religión»: era un grito entusiasmado cada vez que
visitaba un batallón.
San Juan de Capistrano, valiente desde la fraternidad, intercede por nosotros