PENSAMIENTOS DE SANTA TERESITA (16)

          Nuestro Señor Jesucristo no nos pide nunca sacrificios superiores a nuestras fuerzas. Es cierto que a veces Nurestro Salvador nos hace sentir toda la amargura del Cáliz que presenta a nuestro espíritu. Y cuando pide el sacrificio de todo lo que nos es más querido es imposible, a no ser por una gracia especial, no exclamar como Él en el huerto de los olivos: ¡Padre, aparta de mi este Cáliz!……….para a continuación decir «No se haga mi voluntad sino la tuya»

Padre Santiago González
Padre Santiago González
Sacerdote de la archidiócesis de Sevilla ordenado en el año 2011

Del mismo autor

Las locuras de amor de Santa Teresita

Creo modestamente que nadie (excepto María Santísima y San José) ha...

Últimos Artículos

“Entró Jesús, se puso en medio y les dijo…”

I. Desde el punto de vista de la Liturgia...

El final de un pontificado infernal

Doce años de autocracia, inestabilidad, confusión y error El pasado...

En la muerte del papa Francisco

Algunas personas me han preguntado cómo es que no...