El 13 de noviembre es el día de San Leandro, Obispo de Sevilla. Nacido en Catagena el año 540, pertenecía a una familia de santos: Isidoro (que le sucedió en la sede hispalense), Fulgencio (Obispo de Écija) y Florentina. Elegido Obispo, creó una escuela en la que se enseñaban no solo ciencias sagradas sino artes conocidas en esa época. Entre sus alumnos estaban Hermenegildo y Recaredo, hijos del rey visigodo Leovigildo. Allí comenzó el proceso de conversión de Hermenegildo, que lo llevó a abrazar la fe católica y dejar la herejía arriana. Pero ello le causó un enfrentamiento con su padre y el destierro de Leandro.
La herejía arriana niega la eternidad del Verbo, por lo que niega su divinidad. En nuestro siglo XXI
hay algunos que al presentar a Cristo como solo hombre, en realidad caen en el mismo error. Cuando volvió a Sevilla, Hermenegildo había sido ajusticiado por su padre, entre otros motivos por negarse a recibir la comunión de manos de un Obispo arriano. Arrepentido de este crimen, en los últimos años de su vida accedió a que Recaredo le sucediera en el trono y que convocase el Concilio III de Toledo.
Leandro presidió este Concilio en el año 589, durante el cual Recaredo anunció su conversión plena a la fe católica. Lo cual estableció la unidad católica de España, que supuso ciertamente el acontecimiento fundante de nuestra Patria en su identidad esencial.
A Leandro no sólo se le debe ser instrumento de conversión de Recaredo, sino el contribuir
inmediatamente al resurgimiento de la vida cristiana por toda España, fundándose monasterios y
parroquias por todos los rincones de la península. Trabajó asiduamente en la restauración litúrgica,
y compuso sentidas melodías para la Santa Misa y el Oficio Divino.
Murió el año 600, y su cuerpo fue trasladado a la Catedral de Sevilla.
San Leandro, pilar del catolicismo en España, intercede por nosotros