El 7 de Septiembre la Iglesia recuerda a Santa Regina, Vírgen y Mártir.
Fue decapitada en el año 286, por defender la fe católica.
Eran tiempos de persecución contra los cristianos en el imperio romano. Y esta joven
de Borgoña se catequizó a si misma con la lectura de relatos de mártires que ya
se conocían desde que Jesucristo fundara la Iglesia. La lectura de estos testimonios
máximos de fe causaron en ella el ardiente deseo de dar su vida por Cristo. Frente
a ella, el prefecto imperial trató de disuadirla para que renegara de la fe a través
de promesas mundanas. No obteniendo su falaz objetivo, sometió a esta virgen
a crueles tormentos ante los cuales ella no se acobardó. Al final, viendo que nada conseguía
en sus viles propósitos, el prefecto ordenó que fuera degollada.
Santa Regina, modelo cristiano para hacer frente al dolor, intercede por nosotros