Verdaderamente estoy lejos de ser santa, y nada lo prueba mejor que lo que acabo de decir. En vez de alegrarme de mi sequedad debería atribuirla a mi falta de fervor y de fidelidad. Debería entristecerme por dormirme….¡después de siete años!…..en la oración y durante la acción de gracias tras recibir la comunión. Pues bien: No me entristezco….porque pienso que los niños agradan tanto a sus padres mientras duermen que cuando están despiertos.