Una serie especial de cuatro sermones sobre el Corazón Inmaculado de María
En verdad, el Corazón Inmaculado de María y el Sagrado Corazón de Jesús son un solo Corazón. Como católicos fieles, nuestro deseo más ardiente debe ser el ser con Jesús un solo espíritu, una sola alma, una sola vida, una sola voluntad, un solo sentir, un solo corazón. Este ideal altísimo es el fin de la devoción al Corazón Inmaculado. Recordar, el Inmaculado Corazón sobresale en dos cosas: (1) En su amor para con Dios, (2) y en el horror al pecado.