La Virgen Santísima es el medio del cual se sirvió el Señor para venir a nosotros; es también el medio del cual debemos servirnos para ir a Él. [1] El fin último del culto a María es Jesucristo. [2] Pertenecemos a Jesús y María como sus esclavos. [3] Necesitamos a María para morir a nuestro egoísmo. [4] Necesitamos a María como mediadora con Jesucristo nuestro Mediador. [5] Necesitamos a María para poder preservar las gracia y tesoros que hemos recibido de Dios.