¿Es el »Dios» de »Avvenire» y de CL hoy Allah?

Ayer »Avvenire» publicó un editorial (un editorial expresa la línea oficial del periódico) y el centro del mismo era una gran basura, sin lugar a dudas ajena a la fe católica.

Por desgracia, tal editorial estaba firmado por un amigo mío de CL (Comunión y Liberación), pero olvida ser ante todo un amigo de la verdad, por lo cual -con dolor- debo señalar que si el periódico de la CEI (Conferencia Episcopal Italiana) propone una idea parecida a la del editorial, estamos a un paso del abismo (y también del ridículo).

He aquí la frase sobre el cual el editorial de »Avvenire» constituye toda su teoría bergogliana:

»De hecho, para todo creyente -cristiano, musulmán o judío- Dios es uno, grande, omnipotente, misericordioso. La diferencia solo está en el »Yo”.»

Como se ve »el efecto Bergoglio» se  está ampliando. Estamos ante palabras de libertad.  Al leer este periódico de la CEI la fe de los cristianos y de los musulmanes parece ser la misma; e idéntica parecen ser sus concepciones de Dios.

Pero el director de »Avvenire», Tarquinio, que en un tiempo fue ratzingeriano, ¿no ha oído nunca hablar de que la Santísima Trinidad que es el centro de la fe cristiana y que los musulmanes la tienen como la peor de las blasfemias?

En la cúpula de la Mezquita de la Roca, construida por los musulmanes en el lugar santo de los judíos, en el lugar del antiguo Templo de Jerusalén, existe un escrito negando la Trinidad. El islam en ese escrito proclama: »Dios no tiene un hijo».

El islam nace de la negación de la divinidad de Jesucristo y de la negación de la Trinidad de Dios. Es el más radical y violento ataque que se haya visto en el centro de la fe cristiana.

¿Podemos todavía decir que no hay diferencia alguna entre la concepción de Dios entre los cristianos y los musulmanes?

El mismo apóstol san Juan dijo que si no se reconoce al Hijo, no se puede conocer al Padre:

(1Jn 2, 22-23)

Me parece clarísimo. Y es obvio que la abisal diferencia de la concepción del »Yo» (de la persona), entre el islam y el cristianismo, deriva de una abisal diferencia de la concepción de Dios.

Es cierto que el editorialista al menos ha oído hablar de la Santísima Trinidad y del Credo trinitario de los cristianos. Todavía el tiempo -en la Iglesia y dentro de CL- son tales que la Verdad de la fe vaahora a la basura, para dar voz a las más absurdas opiniones.

Me parece, viendo lo que sucede en la Iglesia (y también el triste espectáculo del Meeting 2016),puedo decir que muchos »se avergüenzan de Cristo» como lo lamentó don Giussanien su última entrevista. Hoy esta tendencia está convertidapara dominar dentro de CL y en la Iglesia.

Como memorándum reproduzco algunos puntos delDOMINUS JESUS que recuerda a todos cual es la fe de los católicos:

El perenne anuncio misionero de la Iglesia es puesto hoy en peligro por teorías de tipo relativista, que tratan de justificar el pluralismo religioso, no solo de facto sino también de iure (de principio).

En consecuencia, se retienen superadas, por ejemplo, verdades tales como el carácter definitivo y completo de la revelación de Jesucristo, la naturaleza de la fe cristiana con respecto a la creencia en las otras religiones, el carácter inspirado de los libros de la Sagrada Escritura, la unidad personas entre el Verbo eterno y Jesús de Nazaret, la unidad entre la economía del Verbo encarnado y del Espíritu Santo, la unicidad y la universalidad  salvífica del misterio de Jesucristo, la mediación salvífica universal de la Iglesia la inseparabilidad – aun en la distinción – entre el Reino de Dios, el Reino de Cristo y la Iglesia, la subsistencia en la Iglesia católica de la única Iglesia de Cristo.

Para poner remedio a esta mentalidad relativista, cada vez más difundida, es necesario reiterar, ante todo, el carácter definitivo y completo de la revelación de Jesucristo.

Debe ser, en efecto, firmemente creída la afirmación de que en el misterio de Jesucristo, el Hijo de Dios encarnado, el cual es »el camino, la verdad y la vida» (Jn 14, 6), se da la revelación de la plenitud divina: »Nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar» (Mt 11,27). »A Dios nadie lo ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, Él lo ha revelado» (Jn 1, 18); »porque en Él reside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmente» (Col 2, 9-10).

Fiel a la palabra de Dios, el concilio Vaticano II enseña: »La verdad íntima acerca de Dios y acerca de la salvación humana se nos manifiesta por la revelación en Cristo, que es a un tiempo mediador y plenitud de toda la revelación». Y confirma: »Jesucristo, el Verbo hecho carne, »Hombre enviado a los hombres», habla palabras de Dios (Jn 3, 34) y lleva a cabo la obra de la salvación que el Padre confió (cf. Jn5,36; 17,4).Por tanto, Jesucristo -ver al cual es ver al Padre (cf. Jn 14, 9) -, con su total presencia y manifestación, con palabras y obras, señales y milagros, sobre todo con su muerte y resurrección gloriosa de entre los muertos, y finalmente, con el envío del Espíritu de la verdad, lleva a plenitud toda la revelación y la confirma con el testimonio divino […]. La economía cristiana, como la alianza nueva y definitiva, nunca cesará; y no hay que esperar ya ninguna revelación pública antes de la gloriosa manifestación de nuestro Señor Jesucristo (cf. 1Tm 6,14; Tit 2,13)».

Por esto la encíclica Redemptorismissio propone nuevamente a la Iglesia la tarea de proclamar el evangelio, como plenitud de verdad: »En esta Palabra definitiva de su revelación, Dios se ha dado a conocer del modo más completo; ha dicho a la humanidad quién es. Esta autorrevelación definitiva de Dios es el motivo fundamental por el que la Iglesia es misionera por naturaleza. Ella no puede dejar de proclamar el Evangelio, es decir, la plenitud de la verdad que Dios nos ha dado a conocer sobre sí mismo». Sólo la revelación de Jesucristo, por lo tanto, »introduce en nuestra historia una verdad universal y última que induce a la mente del hombre a no pararse nunca».

[Traducción de Gabriello Sabbatelli. Artículo original]

RORATE CÆLI
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Edición en español del prestigioso blog tradicionalista internacional RORATE CÆLI especializado en noticias y opinión católica. Por política editorial no se permiten comentarios en los artículos

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