Ilustre sí sí no no:
El sábado 14 de noviembre de 2015, el día siguiente de la horrible masacre de París llevada a cabo por terroristas islámicos, en la misa de las 12 horas celebrada por un reconocido fraile en una TV así llamada católica, durante la homilía el celebrante afirmó: “¡Jesús y Mahoma están en el Paraíso haciendo una fiesta juntos! ¿Y nosotros cristianos e islámicos qué hacemos? Nos combatimos. Nosotros tenemos que dialogar y comprendernos, ser amigos”.
Aquel día el fraile celebraba la misa en honor de sus santos hermanos mártires, asesinados por los islámicos, porque habrían querido convertirlos a Jesucristo. Por esto explicó: “Han sido asesinados y sufrieron el martirio porque fueron al encuentro de los islámicos con la teología y querían convertirlos, querían imponer su religión. Hoy nosotros no debemos hacer así. No tenemos que ir a su encuentro con la teología, sino con el amor y seremos hermanos y se podrá convivir juntos”. Y agregó: “Si los islámicos nos tratan con violencia, es también un poco nuestra culpa porque los hemos explotado. Ahora es necesario el clima del amor”.
Amigos, ¿Entendieron? Jesús y Mahoma están en el Paraíso para hacer una fiesta juntos. ¿Lo sabían? ¿Lo habían pensado? Así está bien: ¡He aquí, Jesús a la derecha del Padre y Mahoma a la izquierda, total uno vale lo mismo que el otro! Aun así aunque el profeta de Alá fue un violento, un lujurioso, también aunque enseñó una especie de “religión” que predica el odio contra sí mismos y contra el prójimo y legaliza la poligamia, también aunque sus secuaces sembraron y siembran todavía odio y terror, ¡Mahoma está en el Paraíso para hacer fiesta con Jesús!
¿Pero cómo puede un sacerdote y religioso católico afirmar una cosa tal? ¿Cómo puede un sacerdote insinuar que sus hermanos muertos mártires para convertir a los musulmanes no han sabido comportarse como se debía porque han usado la teología y no el amor? ¿Pero qué amor? ¿Aquél que deja en la mentira y en el error? ¿Pero entonces todos los mártires de la Iglesia católica fueron unos imbéciles, que no han sabido amar? El amor verdadero que quiere el bien del amado, ¿no lo dona tal vez Jesús que es el único salvador?
Amigos, aquí no es ya cuestión de modernismo, ¡Aquí estamos en la locura!
Quiero subrayar que hay unos jóvenes, unos adolescentes, que conocen apenas un poco de catecismo, que aman a Jesús y rezan a la Virgen con el Rosario, que están horrorizados de todas estas cosas que dicen frailes y curas, que no solamente son toleradas, sino enseñadas e insinuadas desde lo alto, allá donde debería estar la garantía de la verdad. He aquí el escándalo dado a los pequeños. ¿Qué merece? Lo ha dicho Jesús con palabras terribles: el mal al menor sería una piedra de molino atada al cuello y serían echados al mar.
De verdad, Señor, no podemos más que recibir aire caliente de los curas, o, peor, las más graves mentiras. Encontré un santo Obispo que me dijo: “los buenos católicos – y yo entre estos – están estupefactos de cuanto hay entre los hombres de Iglesia de hoy”. Luego, llorando, me preguntó: “¿Tú sabes dónde está hoy la santa doctrina católica? ¿Dónde está hoy la Santa Liturgia? ¿Dónde? ¡Dios mío qué debacle! Pero tú no temas: continúa con coraje siendo un fuerte testigo de Jesucristo en la Verdad”.
Paso esta advertencia a todos aquellos que leen sí sí no no. Está muy oscuro sin Jesucristo, pero la luz regresará pronto. ¡No tengan Miedo!
Insurgens
[Traducido por O.D.Q.A.]