San Arcadio, mártir, tiene su día el 12 de Enero. Se cree que su martirio tuvo lugar en tiempos del emperador romano Diocleciano hacia el año 304. La tradición lo sitúa como un eminente ciudadano de la provincia de Mauritania al cual se le obligó a construir estatuas de los dioses romanos. Arcadio se negó
pero para no comprometer a sus parientes se retiró a un lugar solitario. No obstante la autoridad civil
detuvo a uno de sus familiares y Arcadio lo supo y se entregó. Ya ante el juez, fue invitado a ofrecer sacrificios a los dioses imperiales y así salvar su vida. Se negó por fidelidad a Cristo y entonces sufrió una muerte especialmente dolorosa, pues fue mutilado de brazos y piernas y aún en ese terrible trance no cesaba
de bendecir a Dios. Esta entereza hasta la muerte dejó maravillados a los verdugos y supuso un ejemplo
para los cristianos que desde el instante de su fallecimiento empezaron a honrarlo como un santo.
San Arcadio, valiente y fiel hasta el último suspiro, intercede por nosotros