SAN FRANCISCO DE SALES: LA SONRISA DEL SANTO

El santo de la amabilidad, San Francisco de Sales, tiene su día el 24 de Enero.
Nace en Saboya el año 1567. Desde su infancia tuvo como modelo a San Francisco de Asís. Muy voluntarioso desde adolescente, estudió en París retórica, filosofía y teología, y a los 24 años de edad
ya era doctor en leyes por la Universidad de Padua. Sin embargo al escuchar la voz de Dios en su corazón, sacrificó su brillante futuro para ordenarse sacerdote, a pesar de la oposición de su padre que seguramente vería truncadas sus aspiraciones terrenales para con si brillante hijo.
Francisco se ofreció, como sacerdote, a evangelizar la difícil región de Chablais, donde las condiciones de sus habitantes eran deplorables a causa de los ataques de las milicias protestantes. La tarea del santo fue ardua y de poco fruto misionero en los primeros años. Vivió las virtudes de humildad y paciencia en grado heróico, lo
que unido a su profunda vida espiritual obtuvo del cielo abundantes conversiones en esa región. En 1602 fue elegido Obispo y en 1604 conoció a Santa Juana de Chantal, encuentro del que surgió la fundación de la Orden de la Visitación (salesas). Murió en 1622 tras una dura enfermedad.

          En el mismo día, 24 de Enero, la Iglesia celebra la advocación de la Virgen de la Paz.
Su obra «Introducción a la Vida Devota» es un clásico de la espiritualidad que tiene la peculiaridad, en pleno siglo XVII, de estar dirigida a los laicos como ayuda en el camino a la santidad. Se puede afirmar que Francisco de Sales es, como maestro de almas, precursor del Concilio Vaticano II.

          San Francisco de Sales, santo de la sonrisa, intercede por nosotros

Padre Santiago González
Padre Santiago González
Sacerdote de la archidiócesis de Sevilla ordenado en el año 2011

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